JAMAICA: El agua potable sigue siendo un sueño para muchos

La falta de redes de saneamiento y agua potable en Jamaica afecta a más de la mitad de la población, aumentando los riesgos de transmisión de enfermedades contagiosas.

Entre más de 500.000 viviendas de esta capital, 48 por ciento aún utilizan inodoros instalados sobre un pozo en la tierra. Los inodoros conectados al sistema de saneamiento son usados por 17 por ciento , y 18 por ciento de las viviendas tienen sanitarios con agua no conectados a la red.

Sólo 23 por ciento de los hogares tiene abastecimiento de agua potable en la ciudad, y 8 por ciento en las áreas rurales.

La expansión del sistema da la red de saneamiento de Kingston está bajo consideración hace 25 años.

La opción considerada más viable por el gobierno para entregar agua a la capital sería canalizarla desde la zona de St. Andrew, con un costo estimado de 49,5 millones de dólares. Pero hasta ahora no se han tomado medidas.

Los críticos del gobierno afirman que no se trata sólo de un problema de falta de fondos, sino de cómo se realizará la distribución.

Recientemente el gobierno anunció un plan para trasladar agua al distrito de Darliston, en Westmoreland, al occidente, que abastecerá a una pequeña población de 4.000 personas. El proyecto costará 10 millones de dólares.

Darliston es el distrito natal del primer ministro, Percival Patterson, y los críticos sostienen que el gobierno está utilizando el proyecto con fines políticos.

En el distrito de Hellshire, en las afueras de Kingston, los residentes sólo reciben agua corriente durante siete horas por día, en general entre las 21.30 y las 5.00.

El director de la Comisión Nacional de Agua (NWC) del distrito de St. Catherine, Colin Gillespie, afirma que no hay suficiente agua para abastecer a la totalidad de los residentes durante las 24 horas del día.

La comunidad de Portmore, ubicada junto a Hellshire, a 11 kilómetros de Kingston, con una población de 500.000, es el mayor suburbio de Jamaica.

Según Gillespie, "en el futuro, el abastecimiento de agua potable durante todo el día puede no ser parte de nuestra cultura, debido a los problemas de expansión urbana y la cantidad disponible".

Las viviendas de Portmore fueron construidas por una empresa privada en la década de 1960, para resolver la expansión del suburbio, mientras la población de Kingston crecía a ritmos alarmantes. Pero el crecimiento demográfico no fue acompañado de la expansión de los servicios.

Pero las dificultades que enfrentan Portmore y Hellshire son parte de un problema mayor que también alcanza a Kingston, poblada por casi un millón de personas.

Los residentes son conscientes de que la falta de redes de agua potable y saneamiento los hace más vulnerables a las enfermedades como tifus y gastroenteritis.

En los últimos años, el distrito de Westmoreland, en el extremo oeste de la isla, sufrió dos brotes de tifus. En 1990, cuatro personas murieron y unas 90 contrajeron la enfermedad.

En ese momento el Ministerio de Salud afirmó que el brote era resultado de la contaminación del río Roaring debido a prácticas antihigiénicas de los residentes del área. La mayoría de los 128.000 habitantes del distrito dependen del río para satisfacer sus necesidades diarias de agua. (FIN/IPS/tra-en/ms/cb/lp/dv-ip/96

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