La independencia de la Padania, promovida por la Liga Norte, sería un desastre económico para las 10 regiones que conforman esa área septentrional de Italia, según un estudio dado a conocer hoy.
Unos 120.000 millones de dólares anuales, equivalentes a 23 por ciento de la riqueza producida por esa región, dependen del sur de Italia, según la revista económica Il Mondo.
Se trata de los ingresos que las empresas del norte obtienen de sus ventas en el sur, que se interrumpirían en caso de secesión o de adopción de un doble sistema monetario, como propone Umberto Bossi, líder de la Liga Norte.
Bossi anunció que el 15 de este mes proclamará la independencia de la Padania. A sus ventas al sur, las empresas del norte suman 173.000 millones de dólares en concepto de exportaciones.
La Liga Norte engloba en la Padania a las regiones de las Marcas, Toscana, Liguria, Emilia Romania, Veneto, Lombardía, Piamonte, Valle D'Aosta, Friuli-Giulia y Trentino.
Esas 10 regiones tienen 31 millones de habitantes, poco más de la mitad de los 58 millones que conforman la población total de Italia.
La dependenencia económica de la demanda del sur es especialmente fuerte en el caso de las Marcas y la Toscana. Barilla, un fabricante de espaguetis, coloca en el sur 30 por ciento de sus ventas.
Se trata de un ingreso de 266 millones de dólares, que se reducirá a la mitad al entrar en circulación en el norte la moneda propia anunciada por la Liga, que duplicaría el valor de la lira, advirtió Il Mondo.
El consumo de pastas en el sur, 44 kilogramos por habitante y año, duplica la demanda del producto en la Padania.
Las 7.800 empresas del sector alimentario de Emilia Romania tienen como principal mercado el centro-sur.
Salvatore Cafiero, un estudioso sobre las relaciones norte-sur de Italia, sostuvo que "la interrelación entre las dos economías hace imposible una secesión".
La camaña independentista de Bossi ha provocado ya pérdidas para algunas firmas del norte, como la empresa lechera Padania, que se vió obligada a cambiar de nombre al caer a cero sus ventas en la central región de Lacio, donde se encuentra Roma.
Empresarios del sur aprovechan el malestar provocado por la Liga Norte. Un fabricante de yogur de la meridional ciudad de Nápoles incita a los consumidores a comprar sólo los productos del sur.
Los discursos de Bossi resultan ofensivos para los habitantes del sur del país, la zona menos industrializada de Italia.
Un fabricante de queso de mozzarella respalda la promoción de sus productos en una serie de consignas contra la Liga: "Pero, ¿realmente quiere usted agradar a Bossi comprando mozzarella del norte?".
Mas sutil, la empresa Barilla realiza desde hace dos meses una campaña radiofónica en el sur en favor de sus productos sirviéndose de una voz de claro acento meridional.
Mientras, el industrial Ezechiello Levoni, de la norteña ciudad de Mantua, protestó públicamente ante el boicot de hecho contra sus embutidos de carne en el sur.
El subsecretario del Tesoro, Isaia Sales, afirmó que los "abstractos" proyectos de secesión de la Liga sólo provocarán daño a la economía del norte, y la misma opinión manifestó Gianfilippo Cuneo, asesor de algunos de los mayores grupos económicos italianos.
La compañía Parmalat, de Calisto Tanzi, el mayor productor de leche de larga conservación del país, instalada también en América del Sur, se vió obligada a reducir 30 por ciento sus precios para mantener sus ventas en el sur.
Francesco Averna, integrante del consejo directivo de la patronal Confindustria, observó que "detrás de estas polémicas hay un problema más serio, el de un mercado europeo que se está unificando».
«Si bastara la lira débil para reactivar la economía del sur", como cree Bossi, nos convendría adoptar la moneda turca para ser aún más competitivos", dijo Averna. (FIN/IPS/jp/ff/ip if/96