El presidente iraquí Saddam Hussein emergió de su reciente enfrentamiento con Estados Unidos con una posición regional más fuerte, según el jefe de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), John Deutch.
Esto se debe, sobre todo, a la percepción de que la coalición internacional antiiraquí formada durante la crisis en el Golfo (1990-1991) se ha debilitado, en opinión de Deutch, quien previno que Saddam Hussein "aun tiene la posibilidad de amenazar a sus vecinos", especialmente Kuwait, Arabia Saudita y Jordania.
"No es posible afirmar que hoy es menos fuerte que hace seis semanas, y creo que esto es muy malo", manifesto el jefe de la CIA a la Comisión de Inteligencia del Senado.
Las declaraciones de Deutch se produjeron porque el Departamento de Estado declinó comentar los contactos mantenidos en Turquía entre su enviado, Robert Pelletreau, y Mesoud Barzani, el líder del Partido Demócrata Kurdo (KDP).
Barzani logró el apoyo de fuerzas iraquíes para realizar una exitosa campaña contra una facción rival, la izquierdista Unión Patriótica del Kurdistan (PUK), que cuenta con la simpatía de Iran y a la cual desalojó de la ciudad de Arbil, en el norte del país.
Deutch señaló que Barzani "ahora se está acercando a la coalición (internacional) para obtener protección, en un esfuerzo para mantener a Saddam Hussein a distancia. El (mandatario iraquí) está presionando a Barzani para negociar un esquema de autonomía (kurda) bajo el control total de Bagdad".
"(Barzani) ha pedido nuestra asistencia urgente para asegurarse que no quedará demasiado a merced de Saddam Hussein", agregó.
Apuntó que el líder kurdo "está jugando una partida enormemente peligrosa". Las fuerzas iraquíes no se retiraron del territorio kurdo desde que ayudaron al KDP de Barzani a tomar Arbil a fines de agosto, "y está claro que hay personal de inteligencia y de seguridad de Bagdad en la región", subrayó.
Las afirmaciones de Deutch contradicen parcialmente las opiniones más positivas formuladas por otros altos funcionarios de la administración del presidente Bill Clintón, incluyendo al propio mandatario.
Clinton dijo el sábado que los ataques de Washington con mísiles Cruise contra posiciones de defensa antiaérea en el sur de Iraq, y la expansión unilateral de la zona de interdicción de vuelos, "ha priorizado los fundamentales intereses americanos en la región y ceñido una estratégica camisa de fuerza en torno a Bagdad".
También rechazó las acusaciones republicanas que la coalición liderada por estados Unidos se había debilitado en la última confrontación Bagdad-Washington, la cual se produjo a raíz de la intervención armada iraquí en la reconquista de Arbil.
En los últimos días, la tensión entre los dos países parece haber amainado. Ante lo que aparentemente fue una advertencia estadounidense de no amenazar los aviones de la coalición que patrullan el norte y la zona de interdicción de vuelos, las defensas antiaéreas iraquíes parecen haber sido desactivadas.
De todas maneras, Clinton ha ordenado un refuerzo militar en el golfo, y muchos funcionarios no descartan un nuevo ataque contra Iraq. Una fuerza naval con un portaviones dejó el Mar Adriático y se dirigió al Golfo a fines de la semana pasada, mientras 3.000 soldados estadounidenses fueron enviados a Kuwait.
Washington tambien ha redoblado su escuadrón de bombardeos B-52 armados con mísiles en la isla Diego García y despachado cazabombarderos F-117 "Stealth" a la región.
Saddam Hussein emergió regionalmente vigorizado por numerosas razones, no obstante que su permanencia en el poder estuvo amenazada por seis años de asfixiantes sanciones económicas de la ONU y una agresiva política de contención occidental, dijo Deutch.
En especial, la coalición movilizada contra su invasión a Kuwait el 3 de agosto de 1990 se ha debilitado, continuó, señalando que "el sentimiento inicial en la región condujo por primera vez a no apoyar los ataques aéreos estadounidenses, sofocando las críticas de la agresión iraquí".
Indicó además la negativa de Francia de continuar adelante con la expansión de la zona de interdicción de vuelos, y el exitoso esfuerzo ruso en el Consejo de Seguridad de la ONU que anuló la moción británica de condena a las operaciones militares iraquíes contra los kurdos.
Expreso que el nuevo gobierno turco "ha mostrado una aparente voluntad de tratar más directamente con Saddam Hussein", una iniciativa fomentada por el interés del Partido Refah de ampliar los suministros de energía del país y reforzar los lazos comerciales con Bagdad.
Deutch no mencionó informes recientes dando cuenta que dos multimillonarias operaciones de la CIA para apoyar a elementos opositores contra Saddam Hussein se derrumbaron en los últimos meses. Una de esas operaciones fue realizada desde Arbil, según noticias publicadas que no fueron desmentidas por el gobierno.
Deutch juzgo que la amenaza de Saddam Hussein contra Kuwait es "muy baja" pero advirtió que el líder iraquí probablemente vuelva a desafiar la coalición. "No habrá estabilidad en la región… hasta que Saddam Hussein y su régimen sea reemplazado", dijo.
No obstante, cuestionó a algunos analistas que han comenzado a argumentar que Washington debería poner fin a su apoyo para mantener la integridad territorial de Iraq. "Creo que será duro argumentar que dividiendo a Iraq… se lograría una mayor estabilidad en la región", dijo. (FIN/IPS/tra-en/jl/yjc/ego/ip).
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