Unidades navales y aviones estadounidenses que vigilaron la irrupción de fuerzas acorazadas de Bagdad en la zona de exclusión de la ONU, en el norte de Iraq, lanzaron hoy un ataque misilístico de advertencia en el sur del país.
El ataque, justificado como respuesta al líder iraquí Saddam Hussein por su incursión del fin de semana en la zona de seguridad, pretendió destacar la eficacia de los cazabombarderos estadounidenses que patrullan el área y enviar "un mensaje político" a Bagdad.
Los objetivos golpeados, situados al sur del paralelo 39 que marca el comienzo de la zona de exclusión, fueron en su totalidad unidades iraquíes de defensa aérea. Para eforzar la actual operación, una zona similar de interdicción de vuelos en Iraq meridional fue ampliada tambien a 48 kilómetros al sur de Bagdad.
El viceprimer ministro iraquí, Tariq Aziz, en declaraciones a la red de televisión estadounidense CNN, desafió al gobierno del presidente Bill Clinton a que diga a sus connacionales "qué legislación internacional justifica ese acto de agresión".
Bombardeos B-52 procedentes de la Isla Guam, en el Oceano Pacífico, asi como el crucero "Labloon" y el destructor "Shiloh", que patrullan el Golfo Pérsico, lanzaron 27 mísiles "Tomahawk" y AGM-86 Cruise, sin confirmar si dieron en el blanco.
Debido al bombardeo, se informó que cinco iraquíes perecieron y 19 quedaron heridos, incluyendo un número impreciso de civiles, dijo Aziz. Sostuvo que las tropas iraquíes que invadieron la zona de seguridad el fin de semana para apoyar a una facción de guerrilleros kurdos, se retiraron antes del ataque misilístico.
"Nuestras tropas iniciaron el retorno el domingo por la noche, y siguieron retirándose el lunes. La evacuación finalizó dos horas antes del ataque", expresó. "Seguimos creyendo en la legitimidad de lo que hicimos, mientras esa acción (de EE.UU.) fue contraria a la ley internacional y las resoluciones de la ONU".
Aziz aseguró que las tropas y tanques de Bagdad completaron su retirada, y rechazó afirmaciones de la oposición iraquí así como de rebeldes kurdos, en el sentido que los blindados simplemente se replegaron a posiciones donde pueden amenazar otras áreas del Kurdistan iraquí.
Sin embargo, el presidente Bill Clinton aclaró que el ataque no fue una respuesta a la incursión iraquí del fin de semana, sino específicamente un mensaje más amplio a Saddam Hussein.
Dijo que el mensaje quiso puntualizar que "cuando alguien abusa de su pueblo o amenaza a los vecinos, tiene que pagar un precio". Añadió que además de ese "severo mensaje", el ataque pretendió asegurar que Estados Unidos y sus aliados se encontraban mejor ubicados para actuar con firmeza, si era necesario.
Clinton evadió preguntas referidas a la falta de apoyo de sus aliados en la región, sobre todo Francia y Turquía, desde donde opera la aviación occidental para vigilar la zona de seguridad de la ONU en el norte de Iraq.
En Gran Bretaña, país que estuvo de acuerdo con la operación y brindó apoyo logístico (los B-52 hicieron escala en la isla Diego Garcia), el ministro de Defensa, Michael Portillo, la describió como un ataque contra blancos militares en áreas rurales, elegidos para minimizar daños colaterales como "pérdida de vidas civiles".
Añadió que la zona de exclusión de vuelos en Iraq meridional fue extendida para permitir a los aliados que operan en el lugar un mejor control del espacio aéreo iraquí.
Según la radio de la oposición iraquí, la operación militar de Washington hizo caso omiso de los tanques de Bagdad todavía dentro de la zona de seguridad y que se retiraban de Irbil, donde apoyaron el asalto a esa ciudad septentrional por las milicias del Partido Democrático del Kurdistan (KDP) liderado por Mesoud Barzani.
El opositor Congreso Nacional Iraquí apuntó que las fuerzas de Bagdad se estaban dirigiendo a la segunda ciudad de la región, Suleimanya, en persecución de los guerrilleros de la Unión Patriotica del Kurdistan (PUK) que están apoyados por Iran y son enemigos del KDP, cuando tuvo lugar el bombardeo.
La radio de la oposición iraquí, captada en Amman y Londres, indicó que hubo demostraciones de júbilo en Suleimanya cuando se conocieron las noticias del ataque misilístico en el sur.
Los habitantes de la ciudad consideraron el hecho como un factor de disuasión contra un eventual asalto iraquí a la ciudad, último refugio del líder del PUK, Jalal Talabani. Suleimanya se encuentra al sur de la zona de exclusión.
La política estadounidense en el norte de Iraq quedó desbaratada por la alianza entre el KDP y Bagdad. Virtualmente, ha cesado el apoyo de los aliados de Washington a nuevas acciones militares, excepto de Gran Bretaña. Tampoco existe consenso doméstico para revertir la situación creada por Iraq y el KDP en los últimos días.
La zona de exclusión de vuelos queda ahora como el último vestigio de la presencia occidental sobre el terreno, porque los esfuerzos estadounidenses para unir al KDP y el PUK contra Iran e Iraq, como parte de su llamada política de "contención" regional, sufrieron un colapso total.
La clave para la zona de exclusión es Turquía, donde los cazas aliados tienen sus bases, que se ha visto arrinconada entre su obligada lealtad a Washington y su deseo de estabilidad en el norte de Iraq. La falta de un coherente control en la zona dió mano libre a los rebeldes kurdos para desafiar el poder de Ankara.
Muchos observadores señalaron la ironía que tanto Estados Unidos como Iraq tienen interés en la estabilidad del norte iraquí. La zona ha caído en el caos por el prolongado enfrentamiento entre el KDP y el PUK.
"Tenemos a nuestras unidades militares en el norte del país desde 1991", señaló Aziz. "Esa región ha estado sin asistencia gubernamental durante los últimos cinco años. En ese lapso, solo hubo incursiones iraníes o turcas".
"Talabani dijo al mundo que mantenía una amplia colaboración con Iran. Nosotros apelamos al mundo para que venga en ayuda de los kurdos y los proteja de esa dudosa aventura orquestada por Talabani y sus aliados iraníes", añadió.
En El Cairo, el secretario de la Liga Arabe, Esmat Abdel Meguid, impugnó el ataque estadounidense afirmando que fue internacionalmente ilegítimo y violó la soberanía de un país árabe.
Meguid, citado por la agencia qatarí de noticias QNA, dijo que el empleo de la fuerza solo deteriorará la situación y aumentará la tensión e inestabilidad en la región. (FIN/IPS/tra- en/nm/dh/am/rj/ego/ip).
= 09031617 DAP005