Los ejércitos de Argentina y Brasil, socios del Mercosur, dejarán atrás en octubre próximo las rivalidades que los mantenían distanciados desde 1870 y, en consonancia con el avance de la integración económica, realizarán el primer ejercicio conjunto del siglo en fuerzas de paz.
El ejercicio, bautizado "Cruz del Sur", se llevará a cabo entre el 12 y el 18 de octubre en la provincia argentina de Corrientes, 800 kilómetros al norte de Buenos Aires, con 1.000 soldados argentinos y 500 brasileños simulando integrar fuerzas de las Naciones Unidas que asisten a una eventual guerra.
La fuerza deberá garantizar la paz, manteniendo separados a dos supuestos enemigos, los ficticios Libristán y Avalonia. La práctica consistirá en garantizar la integridad física de los habitantes, proporcionar ayuda humanitaria y abastecer de alimentos, todo a un costo real de 85.000 dólares.
En el "juego de guerra" intervendrán fuerzas aerotransportadas, paracaidístas y tropas logísticas que harán el acarreo de combustibles, municiones, alimentos y asistencia médica, en una zona previamente demarcada.
El ejercicio, que ya comenzó a prepararse en Buenos Aires, Corrientes y Brasilia, estará a cargo de un coronel argentino y uno brasileño, y representa un histórico cambio respecto de la tradicional rivalidad entre los dos mayores países de América del Sur, que estuvieron al borde de la guerra en el siglo XIX.
Entre 1865 y 1870, Argentina, Brasil y Uruguay se habían unido contra Paraguay en la guerra de la Triple Alianza. Pero finalizada la contienda de cinco años, los principales aliados se disputaron tierras del noreste argentino que, al fin, la mediación estadounidense otorgó a Paraguay.
Desde entonces, una suerte de guerra fría se abrió entre los dos países sudamericanos, que ya se habían disputado Uruguay en 1825.
Hoy, los cuatro contendientes de aquella guerra de la Triple Alianza son los miembros plenos del Mercosur, el bloque comercial donde las transacciones aumentaron entre 1985 y 1995 de 1.848 millones de dólares a 14.500 millones.
El jefe del Ejército argentino, general Martín Balza, declaró su confianza en que esa integración económica tendrá su última fase en una integración militar.
"No existe una relación de desconfianza sino de cooperación e integración", aseguró Balza al referirse a sus vecinos del Mercosur y a Chile.
Los recelos y la competencia, tanto en el plano militar como a nivel del desarrollo nuclear -Argentina y Brasil fueron los dos únicos países de la región con capacidad de construír una bomba atómica- mantuvieron distantes a los ejércitos, y no así a la marina y a la fuerza aérea que realizaban pruebas conjuntas.
Ahora sólo Chile, con el ex dictador Augusto Pinochet al frente del Ejército, desentona en la camaradería.
"Con algunos países tenemos más confianza que con otros", admitió Balza en alusión a Chile, aunque descartó cualquier hipótesis de conflicto con esa nación que estuvo cerca de la guerra con Argentina en 1979.
Uno de los colaboradores de Balza, el mayor Diego Marteletti, en diálogo con IPS no descartó incluso que pueda haber un ejercicio militar conjunto argentino-chileno "en el futuro".
Ambos países comparten una frontera de más de 2.000 kilómetros, pero en los últimos años redujeron de 24 a uno los diferendos limítrofes.
"El ejercicio que realizaremos en octubre es el primer paso para extender la integración existente en otros aspectos del ámbito militar, ya que con Brasil compartimos cursos, seminarios y hay intercambio de agregados militares", afirmó Marteletti.
El militar explicó que la práctica pretende "consolidar la ccoperación militar, intercambiar experiencias y perfeccionar técnicas que permitan a ambos ejércitos trabajar juntos ante una determinada exigencia de los gobiernos".
También prevén conocer las reglas del otro ejército y "profundizar lazos de amistad".
Paraguay y Uruguay participarán del operativo con observadores, y también habrá invitados especiales de Chile y Bolivia.
Si la práctica resulta exitosa, podría repetirse en forma anual, alternando el país anfitrión, en un juego que prepara a los contendientes no para luchar entre sí sino para hacerlo unidos. (FIN/IPS/mv/ag/ip/96