Los pobladores de la frontera entre Honduras y El Salvador que quedaron en un territorio diferente al de su país de origen tras la resolución de litigios territoriales en 1992 tendrán una sola nacionalidad y se respetarán sus derechos, especialmente el de la propiedad.
Así lo resolvieron comisiones de trabajo binacionales al término de tres días de negociaciones sobre la ejecución de un fallo de la Corte Internacional de Justicia que delimitó la frontera en 1992 en seis zonas en disputa.
Unos 10.000 salvadoreños, antiguas bases sociales del Frente Farabundo Martí, reclamaron la doble nacionalidad, la libre circulación, la explotación de los recursos naturales y el derecho a la propiedad de sus predios.
En similar situación están unos mil ciudadanos hondureños que quedaron en terrritorio salvadoreño.
Rodolfo Rosales, presidente de la comisión de Honduras, dijo que Tegucigalpa reconoce los derechos de los salvadoreños y atenderá sus reclamos sobre nacionalidad y propiedad.
Las personas que quedaron en un territorio diferente al de su origen optarán por la nacionalidad que deseen, ya sea la salvadoreña o la hondureña.
Arturo Castrillo, presidente de la Comisión de El Salvador, declaró que su país otorgará la nacionalidad a los hondureños que quedaron en su territorio.
La falta de un acuerdo en torno a los derechos de estos ciudadanos demoró la delimitación física de la frontera, que consiste en la colocación de monumentos o mojones de concreto.
Las conversaciones continuarán en El Salvador entre el 3 y el 6 de noviembre, según informaron ambas partes.
Honduras y El Salvador fueron a una guerra en 1969 por problemas de población y fronteras, pero en 1980 firmaron un Tratado General de Paz y en 1986 acudieron de común acuerdo a la Corte Internacional de Justicia para derimir sus disputas límitrofres.
Sin embargo, en los últimos meses se han registrado roces en la frontera. (FIN/IPS/jrd/dg/pr-ip/96