Como una vía para salir de su crítica situación económica, un grupo de mujeres jóvenes de Honduras aceptó la propuesta de ofrecerse en matrimonio a estadounidenses solteros a través de la red informática Internet.
Las mujeres hondureñas fueron detectadas en Internet como parte del grupo "Dreams Girl-Honduras" (Chicas de ensueño) que se ofrecen en matrimonio especialmente a hombres norteamericanos.
Un tratante de blancas, Javier Pinel, representante de de la compañía B & Land Tours & Fishing, de Las Vegas, Estados Unidos, logró convencer a unas 20 mujeres para que le dieran su fotografía y aparecer en la red mundial.
Norma Castellanos, de 28 años y residente en la norteña ciudad hondureña de San Pedro Sula, declaró que aceptó la propuesta de Pinel porque quiere pasar de "cenicienta a princesa.
Separada y con tres hijos, declaró que quiere casarse con un estadounidense para mejorar su nivel de vida.
Otra mujer, Sidia Yaneth Banegas, de 24 años, indicó que vía Internet es fácil contraer matrimonio con un norteamericano y dejar de ser pobre, ya que sabe que "varias amigas lo hicieron y les va bien".
Las dos mujeres viven en la colonia Valle de Sula, en San Pedro Sula, en una pequeña casa de madera de bajo costo, abandonadas por sus maridos y es evidente el ambiente de pobreza en que se debaten, junto a sus hijos.
Pinel vive en una lujosa residencia en San Pedro Sula, pero se encuentra fuera del país. Su esposa, Liliana, dijo que estaba fuera del país y desconocía la existencia de ese negocio.
La agencia estadounidense "Dreams Girls" fue creada en 1995, pero la promoción de las mujeres hondureñas apareció a mediados de agosto en Internet.
En la oferta se ofrece el nombre de las mujeres, sus características físicas, curriculum y su dirección personal.
Alma Castro, de 18 años, quien también figura en la lista de interesadas en matrimonio, dijo que no se explicaba como su nombre apareció en la agencia "Chicas ensueño Honduras".
"No tengo ningún interés en casarme con un norteamericano y la única foto que usé fue cuando comencé a trabajar en un parque de maquila ubicado en la ciudad de La Ceiba", dijo.
Castro informó que el año pasado solicitó trabajo en una empresa de maquila en La Cieba, un puerto ubicado en la costa atlántica de Honduras.
El caso de "Chicas ensueño" revivió aquí el debate que se produjo a principios de este año, cuando en Internet apareció una empresa que ofrecía, por 20 mil dólares, un pasaporte hondureño y otros documentos.
Este caso recordó otro escándalo cuando en la prensa local apareció un anuncio en inglés bajo el título "Amor por teléfono", donde se invitaba a mujeres jóvenes para contraer matrimonio con norteamericanos.
Con un ingreso per cápita de unos 600 dólares anuales, el salario mínimo para los trabajadores hondureños, este tipo de negocios capturan fácilmente a personas que viven en condiciones de pobreza, comentó la emisora Radio América, de Tegucigalpa. (FIN/IPS/jrd/ag/pr/96
