HONDURAS: Crisis estimula "dolarización" de bienes raíces

El crecimiento desordenado de las principales ciudades y la devaluación monetaria comenzaron a estimular un extraño fenómeno en Honduras: los alquileres y las operaciones de compra-venta de bienes raíces se transan en dólares.

En el Centro de Tegucigalpa, otrora la zona comercial de la ciudad y la más cara, las construcciones perdieron valor en beneficio de nuevas áreas y urbanizaciones.

Según la oficina de Catastro de la Alcaldía de Tegucigalpa, la cotización del metro cuadrado de los 120.000 predios registrados en la capital varía de uno a cien dólares.

Gladis de Gross, jefa del catastro metropolitano, atribuyó el fenómeno al desplazamiento de la zona comercial y bancaria a áreas nuevas de la ciudad, y a la construcción de bulevares, con cierta autonomía en los servicios de educación, salud, cultura, estacionamientos de automóviles y entretenimiento.

"Hace apenas una década – – dijo – – el centro de Tegucigalpa era la zona más cara, pero al concentrarse los bancos y empresas al oriente, perdió todo su valor y ahora los alquileres más bajos se encuentran allí".

Gustavo Heinemann, presidente de la Asociación de Agencias de Bienes Raices, señaló que el sector inmobiliario conoció un "boom" en la década de 1970, cuando unos 30.000 nicaragüenses vinculados a la derrocada dictadura de Anastasio Somoza se refugiaron en Honduras.

En el decenio siguiente, la masiva presencia de tropas de Estados Unidos, personal diplomáticos, periodistas, académicos y otros aumentaron la tendencia a alquilar y comprar en dólares estadounidenses.

Superadas esas coyunturas especiales, los propietarios de edificios, residencias y predios continúan cobrando en dólares, argumentando que la crisis económica los obliga a ello.

"Se quieren proteger contra la devaluación de la moneda, ya que antes de 1986 el cambio oficial era de dos lempiras por un dólar y ahora está en 12,50", señaló Heinemann.

Vania Cruz, gerente de la agencia de bienes raíces Lecler de Tegucigalpa, indicó que sus clientes son extranjeros, generalmente estadounidenses y europeos que realizan sus operaciones de alquiler o de compra de propiedades en dólares.

Ante el incremento de los precios la Alcaldía de Tegucigalpa aumentó el impuesto a los bienes inmuebles, pero la medida fue anulada por el parlamento tras protestas de la Cámara de Comercio de Industrias de Tegucigalpa.

El arquitecto y urbanista Henry Merrian, alcalde de Tegucigalpa entre 1975 y 1978, estimó urgente retomar el ordenamiento de la ciudad para evitar el caos en los alquileres y valor de las propiedades y recordó en ese sentido la existencia de un plan maestro.

El último catastro de Tegucigalpa data de 1978, está completamente desfasado y urge elaborar uno nuevo, destacó.

La falta de datos catastrales y de automatización del registro de la propiedad determinan desbarajustes como que varias personas sin contacto entre sí sean propietarias de un mismo predio.

Tegucigalpa también tiene el problema de una geografía accidentada que hace que los valores de los bienes raíces sean muy variables, agregó Merrian.

"No es lo mismo una ciudad en zonas planas, donde los costos de la tierra y de las propiedades son casi iguales, que en una accidentada topografía", dijo. (FIN/IPS/jcd/dg/pr-if/96

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