El Ministerio de Medio Ambiente de Haití trabaja sobre una propuesta para gravar con aranceles especiales la importación de resina de polietileno, en un intento por superar el problema de la acumulación de plástico desechado.
Un proyecto de ley al respecto que exime a artículos de plástico y otros productos manufacturados se presentará al parlamento antes de fin de año.
Las ganancias provenientes de los nuevos aranceles se destinarán a subsidiar la instalación de un industria de reciclaje en Haití, anunció el ministro de Medio Ambiente, Yves André Winwight.
El ministro cree que el plástico puede ser un excelente sustituto de la madera en la manufactura de mobiliario escolar, botes y recipientes de basura, mientras el gobierno podría hacerse cargo de 20 por ciento de los costos de producción y reducir la deforestación en el país caribeño.
"Estamos encontrando plástico en todos lados, en las calles, las alcantarillas y los cursos de agua", dijo Winwight, y añadió que recipientes de plástico encontrados en la costa sur de Cuba provienen de Haití. Aunque el gobierno cubano "no se ha quejado aún, debemos hacer algo ahora".
Según el ministerio, más de 400 millones de bolsas y contenedores de plástico con un promedio de 15 gramos la pieza se desechan cada año en Haití, fabricados por seis empresas que hasta ahora dieron pocas muestras de interés en el control del problema creado por sus productos.
Fuentes empresariales sostienen que el enfoque del ministerio sobre el problema es poco realista, y afirman que la cuestión debe orientarse a la recolección de basura.
Además, los empresarios señalan que un aumento de los impuestos llegará al consumidor en la forma de precios más elevados, y proponen la mejora del sistema de recolección de residuos y la creación de grandes vertederos.
Algunos propietarios de fábricas de plástico se oponen a la idea del reciclaje, argumentando que el plástico reciclado es más caro que el virgen.
Una libra (0,4536 kilogramos) de resina para fabricar bolsas y recipientes de plástico cuesta alrededor de 25 centavos de dólar, mientras una libra de plástico reciclable cuesta unos siete centavos de dólar.
No obstante, también hay costos para el procesamiento de plástico reciclado, como transporte, limpieza y la adición de más resina.
Quienes se oponen al reciclaje afirman que no hay suficiente plástico en Haití para que la operación a gran escala deje ganancias. Las operaciones menores, cuyos costos oscilan en los 150.000 dólares, no han sido probadas en el mercado.
"Seamos realistas. ¿Es razonable invertir en productos para el sector público?", preguntó un empresario, y propuso que el gobierno cree un fondo para subsidiar la construcción de plantas recicladoras en el país.
El empresario sugirió que las fábricas produzcan ductos de saneamiento y contenedores químicos, en lugar de artículos para el sector público.
Los manufactureros no están convencidos de que las ganancias del nuevo impuesto se destinen realmente a la mejora del medio ambiente.
Yrnel Joseph, ingeniero ambiental que trabajó recientemente para el Ministerio de Obras Públicas cree que los hechos que utilizan los fabricantes de plástico para respaldar sus argumentos son cuestionables.
"El ministro de Medio Ambiente actúa responsablemente. Los fabricantes, no obstante, sólo piensan en ganancias, y no tienen en cuenta los costos ambientales de productos contaminantes no biodegradables en los próximos 200 años. El gobierno debería forzar a la industria al reciclaje", comentó Joseph.
Los artículos de plástico representan siete por ciento del total de desechos recolectados en Puerto Príncipe, según un estudio de 1995 de la Corporation Housing Foundation, una firma privada contratada por la Agencia para el Desarrollo Internacional de Estados Unidos (USAID), la cual supervisa el programa de gestión de desechos en la capital.
El resto está compuesto por materia orgánica (75 por ciento), arena (ocho por ciento), metales (tres por ciento), cartón (tres por ciento), textiles (dos por ciento) y vidrio (dos por ciento).
La cantidad de basura generada en Puerto Príncipe se triplicó en los últimos 15 años, según un estudio de la firma estadounidense Water and Sanitation for Health (WASH), de 55 toneladas en 1981 a 1.557 toneladas en 1995. (FIN/IPS/tra-en/imc/sz/lp/en/96