El gobierno de Guatemala descartó hoy la posibilidad de un golpe de Estado a raíz de la destitución de nueve militares y cuatro jefes policiales involucrados en corrupción, aunque reconoció que podrían producirse represalias traducidas en atentados.
El canciller Eduardo Stein dijo a la prensa que su mayor preocupación consisten en que "surjan reacciones violentas como atentados contra funcionarios que persiguen el caso".
El presidente Alvaro Arzú ordenó el martes una audaz acción que provocó la destitución de nueve militares, entre ellos el viceministro de Defensa, César García González, cuatro jefes policiales y cuatro administradores de Aduanas involucrados con Moreno Molina, conocido como "el capo del contrabando".
Tras conocerse la noticia, el cuerpo diplomático acreditado en el país centroamericano acudió al Palacio Nacional (sede del gobierno) para expresar su apoyo a Arzú.
El vocero del Ejército, coronel Edgar Palacios, confirmó las declaraciones del Ministro de Defensa, Julio Balconi, en el sentido de que si hay otros militares involucrados con Moreno Molina, también serán destituídos.
Reiteró que el Ejército apoya las decisiones de Arzú, su Comandate General, por lo que descartó cualquier intento de golpe de Estado.
"El apoyo que se ha recibido, tanto a nivel nacional como internacional, es lo que nos muestra que se está haciendo lo adecuado. Todo esto serviría de disuasivo para todos aquellos que pudieran pretender tomar medidas desestabilizadoras, en una línea no conveniente al país", dijo Balconi.
"Los 'duros' seguramente están molestos con la destitución de militares corruptos y también con la firma del acuerdo civil y militar en México porque se le van a ir terminando los privilegios" dijo a IPS la diputada indígena Rosalina Tuyuc, del izquierdista Frente Democrático Nueva Guatemala.
Según expertos en temas militares, en el Ejército de Guatemala existe una división entre "institucionalistas", que apoyan el proceso de paz con la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG) y las reformas a la institución armada, y los "duros", que no desean hacer ninguna concesión a la guerrilla.
Este jueves se firmó en México el último tema sustantivo en el diálogo de paz entre el gobierno y la URNG -el "fortalecimiento del poder civil y papel del Ejército en una sociedad democrática"- , y se espera un acuerdo final antes de fin de año para terminar con 35 años de conflicto.
El acuerdo contempla una serie de cambios en el Ejército, como la reducción de sus efectivos en 33 por ciento, que significarán el comienzo de una nueva etapa en el país centroamericano, marcada por la preeminencia del poder civil.
"Es cierto que hay varios que no están nada contentos y ganas (de dar un golpe) no les ha de faltar, pero saben que no tendrían el apoyo de nadie, ni en Guatemala ni afuera" dijo a IPS este jueves un coronel en actividad.
El portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Nicholas Burns, felicitó al gobierno de Guatemala por "desmantelar una gran red de corrupción que involucra a funcionarios civiles y militares".
"Le ofrecemos nuestro apoyo total al gobierno del presidente Arzú conforme avance en la investigación de estas actividades criminales", añadió.
Al mediodía de este jueves arribó a Guatemala el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), César Gaviria, en lo que se anunció como una visita de trabajo en la que se entrevistará con Arzú y firmará convenios de cooperación.
Pero algunos analistas estiman que la llegada de Gaviria a Guatemala precisamente en este momento crítico debe interpretarse como una señal de apoyo al gobierno ante las medidas adoptadas y ante el temor de represalias por parte de los sectores afectados.
El Ejército confirmó que los nueve militares destituídos están confinados en el Cuartel General, donde permanecerán durante la fase sumarial, e indicó no fueron dados de baja, sino puestos a disposición del Ministerio Público.
En caso de que se los encuentre culpables de participar en un hecho delictivo serían separados de las filas del ejército.
Moreno Molina, en tanto, permanece internado en un lujoso sanatorio de la capital guetemalteca, donde sería operado de una pierna, y sus abogados tratan de obtener su libertad, ya que "no han sido probados los hechos ilícitos que se le atribuyen". (FIN/IPS/cz/ag/ip/96