El Movimiento Patriótico contra la Delincuencia de El Salvador implementará este fin de semana una iniciativa para recolectar unas 160.000 armas de guerra que están en manos de civiles, informó hoy el responsable de la acció.
El movimiento patriótico esta conformado por más de 40 entidades de la empresa privada y cuentan con el apoyo de la Iglesia Católica, que puso a disposición cuatro templos, en las tres ciudades más importantes del país para que sirvan como puntos de recepción de las armas.
La cruzada consiste en el intercambio de armas por bonos con los que el beneficiario podría adquirir alimentos, zapatos, medicinas o juguetes en supermercados, indicó su coordinador, David Gutiérrez.
Por entregar una pistola o una escopeta se extenderá un bono equivalente a 200 dólares, mientras que por la entrega de un arma de guerra, como un fusil automático o un lanzagranadas, el bono será de cerca de 400 dólares.
La iniciativa responde a la creciente criminalidad en este país centroamericano, uno de los más peligrosos de América Latina.
La Fiscalía General estima que actualmente se comete un homicidio cada hora, la mayoría con armas de guerra. Otro delito grave que se comete a diario es el secuestro y extorsión, del que no existen registros porque los familiares no suelen informar a la policía por temor a represalias.
La cruzada de desarme se promovió en El Salvador luego de haber sido puesta en práctica en Nueva York en noviembre de 1993 por el dominicano Fernando Mateo, quien se encuentra en el país centroamericano para inaugurar las jornadas, que se extenderán hasta diciembre.
Mateo declaró que al inicio su idea de intercambiar armas por juguetes en Nueva York causó risa a los jefes policiales y a los reporteros de prensa, sin embargo, llegó a ser efectiva y recibió el apoyo de la ciudadanía.
Inicialmente la campaña en la ciudad estadounidense la denominó Mateo "Juguetes por armas", pero ahora se desarrolla como "Bienes por armas", al igual que en este país centroamericano.
Para llevar adelante esta campaña fue necesario la aprobación de un decreto legislativo, el pasado 12 de septiembre, que autorizaba al Movimiento cívico la manipulación de armas de guerra. La misma medida inhibirá la investigación de personas que entreguen armas de guerra.
"La población no debe tener ningún temor, no se hará ningún tipo de preguntas, no debe dar su nombre ni mucho menos firmar algún documento", señaló Gutiérrez.
El director General de la Policía Nacional Civil (PNC), Rodrigo Avila, afirmó que "esta es una buena oportunidad para que la población que tenga en su poder armamento de uso privativo del Ejército lo entregue y a cambio reciba un beneficio".
Las armas recolectadas estarán bajo custodia de la policía, que luego la entregará al Ejército para que sean destruidas.
Tras la finalización de la guerra civil en El Salvador, que tuvo como consecuencia la reducción de más de 50 por ciento de los efectivos del Ejército y el desarme de la guerrilla, quedaron decenas de miles de armas residuales en manos de civiles, muchos de los cuales se utilizan en graves delitos.
Mauricio Martínez, de la organización humanitaria Comité de Familiares de Desaparecidos, opinó que la iniciativa de recolectar armas era buena, pero dudó de su efectividad.
"En primer lugar esta iniciativa no desarmará al crimen organizado que cuenta con muchos recursos y nexos institucionales. Las bandas del crimen trafican armas, drogas, niños, prostitutas e ilegales, con toda impunidad", recalcó Martínez.
La iniciativa cívica demuestra la incapacidad y la falta de voluntad del gobierno para asumir con seriedad el grave problema de seguridad pública que padecen los salvadoreños, añadió.
Por su parte, Arnoldo Bernal, gerente general del Consorcio de Organizaciones no Gubernamentales para la Educación Cívica coincidió en valorar en forma positiva que la sociedad civil participe en la solución de problemas nacionales.
"Pero nos parece que de nada vale que por un lado se recogen las armas y por el otro el gobierno no investiga ni castiga al crimen organizado", puntualizó Bernal y dijo que para que la iniciativa tenga resultado debería combinarse con otras, como la prohición de venta y la extensión de permiso de porte a civiles.
Mateo anunció que campañas similares serán organizadas en el resto de los países centroamericanos, Colombia y México. (FIN/IPS/jd/ag/ip/96