EE.UU.: Uranio utilizado en guerra del Golfo afecta a soldados

El uranio agotado utilizado por Estados Undios en las puntas de balas disparadas contra soldados de Iraq en la guerra del Golfo de 1991, además de ser radiactivo, podría ser responsable de varias enfermedades que afectan a tropas norteamericanas y civiles iraquíes, según expertos.

Estados Unidos disparó más de 900.000 cartuchos con uranio agotado en la guerra del Golfo, mientras los tanques Abrams, fabricados en ese país y reforzados con una armadura de uranio agotado, pasaron la guerra casi sin daños.

Pero científicos y activistas sostienen ahora que el uranio agotado es mortal. El compuesto, 99 por ciento del cual contiene el isótopo uranio-238 (U-238), podría ser la causa de una serie de enfermedades que ahora afectan a estadounideneses e iraquíes.

Según los críticos, el gobierno utilizó armas con uranio agotado en parte para liberarse de una porción de más de 500.000 toneladas de desechos del material acumuladas por Estados Unidos en el proceso de producir combustible para armas y energía nuclear.

El uranio es "agotado" a partir del altamente radiactivo U- 235, pero contiene el isótopo tóxico U-238, el cual tiene una vida radiactiva estimada en 4.500 millones de años.

El Pentágono conocía los peligros del uranio agotado para las personas que lo inhalaran o ingirieran, pero no informó apropiadamente a los soldados que pelearon en la guerra del Golfo, acusan los críticos.

En un documento de 1993, el Pentágono sostuvo que "el peligro del uranio agotado es insignificante", pero añadió que "debido a que existe la posibilidad teórica de que pocos individuos experimenten efectos adversos en su salud, incluso con dosis muy bajas, el Ejército trata el uranio agotado como peligro potencial".

Pero Sara Flounders, vocera del Centro de Acción Internacional, que la semana pasada hizo un llamado a un movimiento internacional por la prohibición de las armas nucleares, cuestiona que se hayan tomado precauciones cuando se dispararon las balas con uranio agotado.

El ejército estadounidense "intoxicó a toda una población de iraquíes y soldados", sostuvo la activista.

El "síndrome de la guerra del Golfo", que agrupa una serie de síntomas presentados por los soldados estadounidenses desde la guerra, es causado por la exposición de miles de soldados al uranio agotado, sostienen expertos.

Iraq ha culpado al componente radiactivo de causar un aumento de los índices de encefalía, leucemia, carcinoma y cáncer pulmonar en su población.

"Un factor común aparece en los soldados con síndrome de la guerra del Golfo, la exposición al uranio agotado", destacó Christina Larson, psicóloga de la Unviersidad de West Florida.

El gobierno de Estados Unidos ha negado repetidamente que el uso de uranio agotado en la guerra del Golfo haya destado los síntomas, y gran parte de la comunidad científica afirma que no hay pruebas que lo relacionen al síndrome de la guerra del Golfo y otros trastornos.

Tom Cochran, científico del Consejo de Defensa de Recursos Naturales, con sede en Washington, afirmó que "no hay credibilidad científica sobre la idea de que los síntomas de la guerra del Golfo puedan ser atribuidos al uranio agotado".

No obstante, Cochran admitió potenciales riesgos para la salud en la exposición al uranio agotado.

Pero los riesgos que corrieron los soldados estadounidenses que viajaron en los tanques reforzados con el material o manipularon balas son similares a los que enfrentan los trabajadores de la industria nuclear, argumentó.

Pero un informe preparado por un grupo del ejército en 1994, y obtenido este año por el Proyecto Tóxicos Militares, con sede en Maine, señaló un nivel mucho más alto de riesgos en la exposición al uranio agotado.

"Ninguna tecnología disponible puede alterar significativamente la toxicidad química y radiactiva del uranio agotado", sostiene el informe, preparado por el Instituto de Política Ambiental del Ejército (AEPI).

Cuando el uranio agotado alcanza un objetivo, indica el informe, "hasta 70 por ciento del objeto golpeado se puede transformar en aerosol, y ser fácilmente inhalado y transportado por el viento, mientras los fragmentos del material contaminan el suelo".

El informe señala que el ejército utilizó todas las precauciones necesarias en la manipulación del uranio, minimizando los riesgos a la salud durante la guerra del Golfo, pero advierte que otros países podrían usar armas con el material en conflictos futuros, por lo cual se mantienen los riesgos de los síntomas.

El presidente Bill Clinton colaboró con la expansión de las armas con uranio agotado, autorizando su venta el año pasado a Arabia Saudita y Kuwait. Pero Cochran afirma que el gobierno "está saliento del negocio" de este tipo de armamento. (FIN/IPS/tra-en/fah/yjc/lp/he-ip-en/96

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