Millones de campesinos participarán en la primera movilización mundial con el objetivo de ser escuchados por los 170 jefes de Estado y de gobierno que asistirán a la Cumbre sobre la Alimentación, del 13 al 17 de noviembre en la capital de Italia.
En la picota llevarán simbólicamente el "grosero modelo neoliberal", como lo calificó Rafael Alegría, dirigente de Vía Campesina, una organización no gubernamental (ONG) de indígenas y pequeños y medianos agricultores de todo el mundo, con sede en Honduras.
La primera gran manifestación campesina se llevará a cabo el 2 de octubre en India, donde se estima que tomarán parte más de 500.000 personas. Luego se iniciarán jornadas de presión en América Latina, Africa y en todas las regiones del mundo, que proseguirán hasta la realización de la Cumbre de Roma.
"Es contradictorio hablar de seguridad alimentaria frente a un modelo neoliberal excluyente, privatizador, acumulador del capital, que no puede jamás asegurar alimentos para todos, que es la consigna de la conferencia mundial", dijo a IPS Alegría.
La "posición del movimiento campesino mundial, de los pequeños y medianos productores, es que tampoco podemos hablar de seguridad alimentaria si no hay acceso al recurso principal: la tierra", añadió.
Además, reclamó que el Estado proporcione el financiamiento y los sistemas de comercialización.
Si "queremos garantizar la seguridad alimentaria a todos debemos cambiar las políticas neoliberales en el sector agrícola, lo cual no estamos seguro de lograr porque es notoria la influencia de los organismos financieros internacionales y de gobiernos títeres que están cegados por su aplicación", dijo.
Las organizaciones campesinas plantearon esta posición ante la conferencia que celebraron en la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) unas 400 ONG de todo el mundo entre los días 19 y 21, el doble de las que se había anunciado al inicio.
Los campesinos, que reclaman una mayor justicia social, participación plena, una redefinición de las políticas agrícolas, la conservación y preservación de los recursos naturales, y la protección del medio ambiente, esperan sobre todo ser escuchados en la Cumbre, dijo Alegría.
Confían en que los buenos propósitos no se queden en el papel, como ocurrió en la conferencia mundial celebrada en la sede de FAO en 1974, cuando los gobiernos se comprometieron a erradicar el hambre en los 10 años siguientes.
"Nosotros esperamos que en el año 2010 realmente no haya pobreza en el mundo, especialmente en el Tercer Mundo, donde es más acentuada la desigualdad social y la marginalidad de enormes sectores, pero eso dependerá sobre todo de los gobiernos", dijo Alegría.
Manifestó que si la Cumbre de Roma es receptiva de los planteamientos campesinos, se estará "frente a la formulación de un nuevo sistema, de un nuevo modelo económico internacional".
De esta forma, agregó, se dejaría al descubierto que el neoliberalismo ha fracasado, no ha sido capaz de resolver los problemas mínimos de la sociedad y debe sustituirse por un modelo de desarrollo basado en las propias realidades y perspectivas de cada uno de los países.
Las ONG, que celebrarán en Roma una conferencia paralela a la Cumbre de noviembre, pretenden transformarse en organismos de verificación del cumplimiento de los acuerdos, para que no ocurra como en el pasado.
Alegría calificó de muy grave la situación de los campesinos en América Latina, donde aseguró que se han dejado de lado los procesos de reforma agraria y aseguró que hoy se vive en un proceso de regresión.
A 25 años de iniciados esos procesos, los campesinos que habían conquistado la tierra, hoy la están perdiendo porque las han tenido que vender a grandes transnacionales o han debido hipotecarlas a los bancos para obtener créditos, y como no pueden pagarlos, al final las pierden.
"Ahora hay una acumulación mayor de la tierra que antes, con lo cual la pobreza se ha acentuado, como en el caso de mi país, Honduras, donde el 82 por ciento de la población total es pobre", concluyó Alegría. (FIN/IPS/jp/ag/dv/96