Las economías africanas ganan terreno y en muchos casos superan en crecimiento al aumento de la población, según un estudio presentado hoy en Nueva York por el secretario general de la ONU, Boutros Boutros-Ghali.
Del informe -una evaluación de resultados en la mitad del período de aplicación del Nuevo Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo de Africa en la Década de 1990 (NADAF)- surge que en el último quinquenio las economías han avanzado en general, aunque aún es débil el crecimiento del continente.
No obstante, el secretario general de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) advirtió que la ayuda de los países desarrollados a Africa se ha estancado en el transcurso de la década.
Boutros-Ghali elogió a las naciones africanas por la extensión de las reformas de mercado en el continente, que en su opinión han comenzado a dar sus frutos, y a la vez exhortó al Norte a asumir más conscientemente la necesidad de aliviar la carga de la deuda externa de la región.
"Es menor el número de países que exhiben una tasa de crecimiento negativa", dijo Boutros-Ghali al presentar el estudio. "Y además es mayor el número de países que registran tasas de crecimiento más altas que su aumento de población".
El secretario general atribuyó esta mejoría a las reformas de los mercados que en general han liberalizado las economías de esos países. "Esas reformas están poniendo los cimientos de un crecimiento sostenido y un desarrollo sostenible".
El informe destaca que una docena de países africanos lograron tasas de crecimiento económico superiores a seis por ciento en 1995, mientras que sólo tres las habían alcanzado en 1992.
Al mismo tiempo, según la Comisión Económica de la ONU para Africa, el número de países con tasas negativas de crecimiento cayó de 19 en 1993, a sólo tres en 1995: Marruecos, Sudán y Zaire.
El máximo responsable de la ONU recordó, sin embargo, que esta década no ha resuelto, hasta el momento, el problema de la pobreza africana. Tampoco ha tenido efectos favorables el NADAF sobre otros indicadores del empeoramiento de las condiciones sociales.
El NADAF es una iniciativa de la ONU lanzada a principios de esta década para orientar enfoques concretos del desarrollo en Africa, basados en criterios de mercado.
"Casi la mitad de la población de Africa vive en la pobreza absoluta", dijo Boutros-Ghali. "Las estimaciones actuales proyectan un aumento de cien millones de personas en la cantidad de pobres que habitarán el continente hacia el fin del siglo", informó el secretario general.
En un recorrido de cinco años, 12 países africanos registraron un encogimiento económico (1990-95): Togo, Etiopía, Camerún, Congo, Malawi, Zaire, Angola, Sudán, Ruanda, Sierra Leona, Liberia y Somalia. Los últimos seis están todavía en medio de guerras civiles.
Gran parte del continente exhibe tasas de crecimiento levemente negativas en el mismo quinquenio, mientras que otros 11 países – Mauritania, Guinea, Túnez, Burkina Faso, Ghana, Benín, Uganda, Botswana, Burundi, Mozambique y Mauricio- tuvieron una tasa promedio positiva superior a tres por ciento.
La ayuda oficial al desarrollo de Africa declinó en términos reales en los últimos años, de 25.000 millones de dólares en 1992 a 23.000 millones en 1994.
El informe argumenta que los países industrializados deberían involucrarse más en la tarea de contribuir al desarrollo de Africa, ya que su ayuda "se estancó en un nivel inferior al esperado".
También exhorta a los países y bancos acreedores a perdonar una porción mayor de la enorme deuda que pesa sobre las economías africanas, por encima de las cantidades hasta ahora previstas.
Si bien la previsiones llegan hasta 67 por ciento de la deuda, Boutros-Ghali sostiene que en algunos casos de países especialmente castigados se justifica un perdón mayor.
La ONU estima que la deuda exterior de Africa llegó en 1995 a 314.000 millones de dólares. El continente destina al pago de intereses de esa deuda 31 por ciento de los ingresos que percibe por exportaciones. (FIN/IPS/tra-en/fah/yjc/arl/dv/96
