Una importante organización pacifista mundial reclamó a 186 gobiernos medidas urgentes hacia el desarme nuclear, en cumplimiento del dictamen de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) que exigió un acuerdo sobre el punto.
La Oficina Internacional de Paz (IPB) recordó a los ministros de Relaciones Exteriores de esos países la sentencia emitida el 8 de julio por la CIJ, principal órgano jurídico del sistema de Naciones Unidas, en torno a la legalidad de las armas nucleares.
En una carta enviada a cada uno de los 186 cancilleres, la IPB manifestó que el desarme nuclear es el camino más rápido para cumplir con la decisión de la CIJ, con sede en La Haya, Holanda, que establece que el uso de esos arsenales es incompatible con las leyes internacionales referidas a conflictos.
La carta exige a los cinco países que poseen armas nucleares (China, Francia, Gran Bretaña, Estados Unidos y Rusia) el desmantelamiento de esos dispositivos y la adecuación de sus acciones a las leyes relativas a la guerra.
Además, la IPB reclamó a todos los países la adopción de medidas tendentes a la celebración de negociaciones sobre la eliminación de las armas nucleares.
La CIJ resolvió de forma unánime el 8 de julio que los países poseedores de esos arsenales estaban obligados a concluir las negociaciones sobre desarme.
Las potencias atómicas "tienen la obligación de negociar de buena fe y de alcanzar un resultado preciso (consistente en) el desarme nuclear en todos sus aspectos", dijo el vicepresidente de la corte, Frederik Heffermehl.
Este fallo tiene una importancia fundamental para el futuro del conflictivo Tratado de Prohibición Total de Pruebas Nucleares (CTBT), aprobado esta semana por la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU), y para la revisión del Tratado de No Proliferación Nuclear a partir del 2000.
Heffermehl afirmó que la gran mayoría de los países y de la ciudadanía de las naciones, incluso dentro de las cinco potencias, están cada vez más impacientes por que se alcance el desarme nuclear.
Una red de 600 organizaciones no gubernamentales de todo el mundo, encabezadas por la IPB, inició una campaña denominada Abolición 2000 destinada a promover el comienzo urgente de negociaciones para la eliminación total de armas nucleares.
Las potencias nucleares interpretaron que la sentencia de julio permite la detonación de armas nucleaes en defensa propia, si bien Heffermehl sostuvo que "ninguno de los jueces de la CIJ dijo que el uso de esas armas fuera sería legal, ni siquiera en esa eventualidad".
"Las armas nucleares son ilegales y su mantenimiento para defensa propia es un punto de vista equivocado que expresaron muchos diplomáticos occidentales después de la sentencia, sin basarse en una lectura apropiada del fallo", dijo el jurista.
"Ninguno de los 14 jueces puede imaginar que estas armas extraordinariamente destructivas puedan ser usadas sin violar la ley humanitaria que protege a civiles", sostuvo Heffermehl.
La CIJ emitió ocho fallos tras una consulta formulada a fines de 1994 por la Asamblea General de Naciones Unidas sobre la legalidad del uso de armas nucleares bajo las leyes internacionales.
Los 14 jueces acordaron de forma unánime que el uso o amenaza con armas nucleares debía regularse con las leyes sobre conflicto existentes, que permiten el uso de la fuerza en defensa propia pero limitan la posible respuesta, que no debe exceder la necesaria y no debe superar la agresión.
Además, estas normas, entre las que se cuentan la Convención de Ginebra y la denominada "ley humanitaria", establecen la ilegalidad del uso indiscriminado de armas para el asesinato de civiles.
"Esto significa, efectivamente, que las armas nucleares son ilegales. Apenas debemos advertir el efecto de pequeñas bombas como las arrojadas en Hiroshima y Nagasaki", interpretó Simon Carrol, del grupo internacional Greenpeace.
"Las armas nucleares, la última perversión, desestabilizan la ley humanitaria. La existencia de armas nucleares es, por lo tanto, un desafío a la existencia de la propia ley humanitaria", dijo el presidente de la CIJ, el argelino Mohammed Bedjaoui.
Heffermehl agregó que las sentencias permiten que los individuos involucrados en programas de armas nucleares podrían ser acusados bajo los principios de responsabilidad establecidos en los juicios de Nuremberg posteriores a la segunda guerra mundial.
La IPB recordó en su carta a los cancilleres que, después de los juicios de Nuremberg, "los crímenes de guerra y contra la humanidad son perpetrados por personas que actúan en nombre de los estados".
De ese modo, los acusados pueden ser responsabilizados aun cuando actúen bajo órdenes o de acuerdo con las leyes de sus países. (FIN/IPS/tra-en/mom/rj/mj/ip/96