CUBA: Zonas francas, nuevo paso en apertura al capital extranjero

Cuba dio un nuevo paso en su apertura al capital extranjero con la instalación de una comisión que trabajará en la elaboración de un programa integral de desarrollo de las zonas francas y los parques industriales.

Las nuevas entidades, sin precedentes en Cuba en los últimos 37 años, crearían nuevos campos para la entrada de capital y ayudarían a reactivar la economía, en grave crisis desde 1990.

La comisión para el diseño del plan de desarrollo, que quedó constituida este lunes, funcionará bajo la dirección del ministro para la Inversión Extranjera y la Colaboración Económica, Ibrahim Ferradáz, informó la estatal Radio Rebelde.

Este es uno de los primeros pasos prácticos tras la aprobación por el Consejo de Estado el 3 de junio del decreto ley 165 sobre el establecimiento de zonas francas y parques industriales.

También fue aprobado el reglamento laboral que regirá en esas zonas, según el cual las empresas totalmente extranjeras deberán acudir a la empresa estatal empleadora y las mixtas tendrán la facultad de crear sus propios mecanismos de contratación.

El decreto ley complementó el artículo 57 de la Ley para la Inversión Extranjera, de septiembre de 1995, que anunció esta posibilidad dentro de un amplio proceso de apertura externa que excluye los servicios de salud y educación, y la defensa.

"En estos momentos existen los almacenes en depósito "Havana in Bond" y "Almacenes Universales" que podrían pasar al régimen de zonas francas, pero pretendemos incluir más facilidades", dijo Ferradáz.

Las zonas francas quedaron definidas como un espacio delimitado dentro del territorio nacional, sin población residente, de libre importación y exportación de bienes, donde se realizan actividades industriales, comerciales, agropecuarias, teconológicas y de servicios.

Como parte del régimen especial de las zonas francas, las firmas que se dediquen a la producción quedaran exentas de pago de impuestos por un período de 12 años y durante cinco años pagarán una tarifa 50 por ciento menor al gravamen establecido sobre las utilidades y la utilización de fuerza de trabajo.

Los inversionistas estarán facultados a producir, ensamblar, ofrecer servicios bancarios, financieros y de seguros, con la exención total de aranceles y de demás derechos recaudables por las aduanas.

"La nueva legislación facilitará la labor de los comerciantes en su relación con la mayor isla de Las Antillas", dijo Antonio Vallet, gerente de la empresa española distribuidora de alimentos Enaco, durante un reciente encuentro empresarial.

Expertos locales aseguran que entre los beneficios que el país caribeño podría recibir están la apertura de nuevas fuentes de empleo, el acceso a mayor cantidad de divisas y de nuevas tecnologías, y disponer, casi al alcance de la mano, de productos e insumos necesarios para varios sectores económicos.

Las autoridades cuentan con la ubicación geográfica de Cuba y la calificación de su fuerza de trabajo para convertir esta modalidad en una oferta atractiva para el capital extranjero.

Según Ferradáz, la opción debe atraer más capital extranjero, pero hasta el momento su oficina no ha recibido solicitades de firmas extranjeras para obtener licencias para operar en zonas francas o parques industriales.

El ministro cubano descartó así la versión de que el grupo mexicano Domos dispone de una concesión gubernamental para instalar el primer parque industrial de la isla, en las cercanías del aeropuerto internacional de La Habana.

Según trascendió, Domos y la empresa cubana de inversiones Caribe S.A. firmaron en junio del año pasado una carta de intención con ese fin para una inversión estimada en 20 millones de dólares, en un área de 180 hectáreas.

El proyecto incluiría un complejo fabril manufacturero de confecciones, juguetería y equipos electrónicos para el mercado de fronteras y la exportación, así como un área de ensamblaje de equipos para la modernización de la telefonía cubana.

La empresa mexicana ocupa uno de los primeros lugares en la "lista negra" elaborada por Washington para la aplicación de las sanciones previstas por la ley Helms-Burton, por su participación en Etecsa, una firma mixta para el desarrollo de las comunicaciones en Cuba.

Fuentes del Ministerio para la Inversión Extranjera y la Colaboración Económica manifestaron que las primeras áreas destinadas a este programa se encuentran en zonas próximas al aeropuerto de La Habana y los puertos de Mariel y Cienfuegos, situados a 35 y 300 kilómetros de la capital cubana.

Entre los proyectos de otras tres zonas, en el oeste de la isla, se contempla la posibilidad de abrir una en Santiago de Cuba, ciudad a 900 kilómetros de La Habana que las autoridades aspiran convertir en una especie de "capital del Caribe".

Observadores locales consideran que el nuevo programa es uno de los pasos más relevantes en la esfera de la apertura externa cubana desde la aprobación por Estados Unidos de la ley Helms- Burton, que pretende precisamente frenar el flujo de capital extranjero hacia la isla. (FIN/IPS/da/ag/if/96

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