Cuba podría percibir este año 180 millones de dólares por la exportación de productos de la pesca y cultivo de langosta y camarón, si los actuales niveles de producción se mantienen.
La pesca aparece entre los principales renglones exportables de la isla caribeña con ingresos en el semestre pasado de 18,9 millones de dólares, 2,1 millones por encima de igual período del año anterior.
"Opciones", semanario financiero, comercial y turístico de Cuba, dijo esta semana que la langosta y el camarón ocupan los primeros lugares en la recuperación de la industria pesquera con 69 y 22 por ciento, respectivamente, de las exportaciones del sector.
La crisis económica que vive la isla desde inicios de esta década afectó a este sector con un descenso considerable en los niveles de capturas brutas que cayeron de 219.000 toneladas en 1985 a 41.000 en 1993.
Sin embargo, según la Asociación Nacional de Economistas de Cuba, los productos del mar pasaron de ocupar dos por ciento de las exportaciones cubanas en 1989 a siete por ciento en 1994 a expensas, sobre todo, del descenso de los productos de la industria azucarera.
Un informe del Ministerio de Economía y Planificación, publicado en julio pasado, aseguró que en el primer semestre de este año las exportaciones pesqueras crecieron 74 por ciento en relación con igual período del año anterior.
Fuentes del Ministerio de la Pesca aseguran que la flota cubana reportó una caída en su captura mucho antes de la crisis de los años 90 por "la escasa presencia de langosta y otras especies" en las zonas de pesca.
Según Zenaida Ferrer, comentarista de "Opciones", en los buenos resultados del sector influyen los altos precios del camarón y la langosta en el mercado internacional, el mejor aprovechamiento industrial y una prolongación del período de veda decretada por las autoridades pesqueras.
"Se ha puesto en ejecución un programa para aumentar los ingresos por venta de langosta sin incremento de volúmenes de captura, que están en el límite máximo permisible para mantener la biomasa", dijo Ferrer.
Con un plan anual de 10.000 toneladas de langosta, Cuba es el segundo exportador mundial, superada sólo por Australia, y se propone ahora aumentar la venta de langostas enteras que se cotizan 2.000 dólares por encima de la cola tradicional.
Aunque la captura de camarón reporta sus altas y sus bajas, fuentes oficiales aseguran que el producto cubano va ganando espacio en el mercado foráneo con un precio promedio de 9.000 dólares la tonelada.
Funcionarios de la pesca opinan que la camaronicultura puede elevar los rendimientos si se cumplen las normas técnicas establecidas para el cultivo artificial en las 2.000 hectáreas de estanques destinadas a la siembra de ese marisco.
"Opciones" aseguró que la cosecha anticipada de los estanques el pasado año provocó que los resultados no fueran los esperados por las autoridades del sector, pero aún así los rendimientos ascienden a 455 kilogramos de camarón por hectárea, contra 434 en 1995.
"La producción de cultivo representó en 1995 el 40 por ciento de los camarones procesados en el país", aseguró el experto del Centro de Estudios de la Economía Cubana en un análisis sobre la situación y perspectivas de la industria pesquera en Cuba.
Según el experto, entre los surtidos más importantes de mariscos procesados en Cuba para la exportación se encuentran la langosta entera precocida, la cola de langosta congelada, el camarón entero congelado y la cola de camarón.
Más de 50 por ciento de las capturas de langosta y de camarón se procesan en forma de producto entero congelado en las plantas industriales del Estado y se comercializan en Europa, Japón y Canadá.
Fuentes especializadas aseguran que hacia el 2000 la pesca podría colocarse entre las principales fuentes de ingreso de la isla caribeña en una lucha con el azúcar, el turismo y el níquel. (FIN/IPS/da/jc/if/96