CONGO: Matanza de elefantes alarma a gobierno y ambientalistas

Una matanza de más de 200 elefantes fue el espectáculo que recibió en Congo al representante de la Sociedad para la Conservación de la Vida Silvestre cuando sobrevoló el pantano de Mouadi, a unos 800 kilómetros de esta capital.

Alrededor de dos elefantes mueren cada día bajo el fuego de cazadores ilegales que les extraen el marfil en los bosques ecuatoriales del país africano, aunque, según Oko Rufin Antoine, asesor del Ministerio de Agua y Forestación, la carnicería de dos centenares "fue un espectáculo nunca antes visto"

Inmediatamente después del descubrimiento, realizado a fines de agosto, el Ministerio de Agua y Forestación despachó un equipo de investigación al área.

Los cazadores furtivos mataron indiscriminadamente a machos y hembras embarazadas, así como a ejemplares recién nacidos, utilizando fusiles de combate Kalashnikov.

Según ambientalistas, la caza ilegal continuará en el Congo mientras no se detenga la venta de marfil en los mercados. Un kilogramo de marfil cuesta entre 10 y 26 dólares estadounidenses en la selva y el doble en las ciudades.

Aunque el comercio de marfil está prohibido en el Congo, muchas tiendas venden artesanías y adornos de ese material.

"Cuando intentamos denunciarlo, nos dicen que fueron producidos largo tiempo atrás, pero las reservas nunca se acaban", dijo Hans Hoffman, presidente del Proyecto para la Protección y Conservación de los Ecosistemas del Norte del Congo, financiado por Alemania.

La matanza de agosto es la prueba de que las reservas siempre son renovadas, señalan ecologistas, quienes creen que los beneficiarios del comercio ilegal de marfil deben ser perseguidos y detenidos.

El norte del Congo es hábitat de una de las mayores poblaciones de elefantes de Africa, y aunque no hay cifras exactas, se estima que varios miles viven en el área.

"Si se masacraron 200, es porque hay muchos", dijo Conrad Aveling, coordinador del Programa para la Conservación y el Uso Racional de los Ecosistemas en Africa Central (ECOFAC), que abarca Congo, República Centroafricana, Camerún, Guinea Ecuatorial, Gabón, Santo Tomé y Príncipe y Zaire.

La matanza en Mouadi desató una serie de respuestas, entre ellas las autoridades propusieron incluir el área en el Parque Nacional de Odzala, una zona protegida de 110.000 hectáreas.

La Sociedad de Conservación de la Vida Silvestre, una organización no gubernamental (ONG) con sede en Estados Unidos, pretende realizar un censo sobre los animales en el área y proponer un plan para su control.

Detener a los cazadores ilegales podría ser difícil debido a que muchas personas dependen de la caza en Congo. Según Hoffman, hay cuatro tipos de caza, la que busca marfil, la comercial, la caza para la subsistencia y la orientada al turismo.

Por este motivo, se trata de "detener el comercio de marfil y proponer una alternativa redituable a las poblaciones locales".

Los gorilas corren igual riesgo que los elefantes, y son blanco de cazadores furtivos, por ser valorados como trofeos, mientras otros utilizan partes de sus cuerpos para hacer fetiches.

Los grupos ambientalistas advierten que si no se detienen las masacres, los animales del Congo se extinguirán. (FIN/IPS/tra-en/nrn/jm/kb/lp/en/96

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