Las exportaciones agrícolas de Colombia enfrentan un futuro inmediato incierto debido a factores de producción, la situación del mercado y las difíciles condiciones políticas que vive este país sudamericano.
La Sociedad Colombiana de Agricultores (SAC) prevé que el café, las flores y el banano, productos que representan 28 por ciento del total de las exportaciones del país, tendrán dificultades este año.
En el caso del café, las expectativas en torno a la producción mundial indican que a corto plazo tendrá un mejor desempeño comercial que en 1995, según Alejandro Vélez, asesor de la SAC. Sin embargo, a mediano plazo el experto advierte que la tendencia no es alentadora para los países exportadores.
Además, la mejoría en las cotizaciones está supeditada en gran medida al cumplimiento de la regulación en las exportaciones mediante las cuotas de retención pactadas por la Asociación de Países Productores (ACP).
La estrategia de la ACP, que controla el 70 por ciento de la oferta mundial, es presionar un alza en las cotizaciones mediante la rebaja de los inventarios de los países consumidores.
Colombia exportó 9,3 millones de sacos de café de 60 kilogramos en 1995, con una facturación de 2.139 millones de dólares, que representaron 18,8 por ciento del total de las ventas externas.
El gerente de la Federación Nacional de Cafeteros, Jorge Cárdenas, dijo que la meta de exportación para este año es de 10,9 millones de sacos y las expectativas de crecimiento están orientadas hacia nuevos mercados, como Japón, Corea del Sur y los países de Europa central y oriental.
Sin embargo, esta meta podría verse afectada por factores internos, como el clima y la plaga de la broca, que ataca los frutos maduros, que han reducido la producción en un millón de sacos.
El banano es el producto que presenta mayor grado de incertidumbre frente a la evolución del mercado internacional, según la SAC.
Pese a existir cuotas de importación bien definidas por parte de la Union Europea (UE) y un acceso regular a Estados Unidos, los intentos de las comercializadoras por mantener el control de las exportaciones generan roces e interrogantes que afectan la demanda y los precios, dijo Vélez.
La UE es el principal destino del banano colombiano, 60 por ciento del total, en tanto que Estados Unidos adquiere 35 por ciento.
No obstante, el experto considera que si se mantienen las condiciones actuales de producción, la reciente pérdida de parte importante de la cosecha de Costa Rica como consecuencia de factores climáticos generará un efecto favorable sobre la demanda y los precios internacionales.
Colombia exportó 1,2 millones de kilogramos de banano en 1995, que generaron ingresos por 393,9 millones de dólares, 12 por ciento menos que el año anterior, y representaron cuatro por ciento del total de las exportaciones.
En el plano interno, la producción también se vio afectada por los desórdenes climáticos y la violencia que vive Urabá, la principal región productora de banano de exportación.
Estos problemas, según la Asociación de Bananeros de Urabá, condujeron a que en 1995 el área cultivada se redujera en 568 hectáreas y la productividad cayera en 13,9 por ciento.
Sin embargo, en los dos primeros meses de 1996 las ventas se incrementaron 63 por ciento en valor y 45 por ciento en volumen debido a la demanda en la UE.
Las flores enfrentarán las mayores dificultades en el mercado de Estados Unidos, destino de 78 por ciento de las exportaciones colombianas.
Si Washington aplica sanciones al país sudamericano por su presunta falta de colaboración en la lucha contra el narcotráfico, las flores colombianas se verían afectadas con un aumento arancelario de ocho por ciento, indicó María Patiño, presidente de la asociación de empresarios del sector.
En la actualidad, 65 por ciento de las flores colombianas entran a Estados Unidos con arancel cero, amparadas por la ley de preferencias arancelarias otorgadas a los países andinos que cooperan en la lucha antidrogas.
Cerca de 350 empresas exportadoras de flores fueron sancionadas por Estados Unidos por presuntas prácticas de competencia desleal cometidas entre 1991 y 1994.
La decisión, que ha sido apelada, fue considerada por Patiño como desligada de las posibles sanciones anunciadas por Washington, pero de hacerse efectiva dejaría fuera del mercado a unas 30 empresas colombianas, que quedarían con aranceles de hasta de 76 por ciento. (FIN/IPS/yf/ag/if/96
