Palabras como "Internet", "tarjeta de crédito" o "brecha generacional", presentes en la nueva edición del Diccionario de Chino Moderno, reflejan los cambios económicos, culturales y políticos registrados en China en los últimos años.
Revisado por primera vez desde que fue compilado en 1956, el volumen también sirve para unificar criterios disímiles sobre uno de los más antiguos y complejos idiomas del mundo.
Pero esta última publicación se produce cuando los puristas expresan creciente preocupación acerca de la influencia extranjera en el lenguaje, a la que consideran negativa.
"La confusión y la contaminación de la lengua es perjudicial para la dignidad y la imagen nacionales y erosionará la cohesión de la nación", dijo Jin Kaicheng, profesor de idioma y literatura chinos de la prestigiosa Universidad de Beijing.
Pocas semanas antes de la publicación del nuevo diccionario en julio, Jiang y otros integrantes de la Conferencia Consultiva Popular Política China (CPPCC) exhortaron al gobierno a tomar medidas urgentes para proteger la santidad del idioma.
Los académicos se mostraron consternados a causa de la inclusión en las conversaciones habituales en chino de términos extranjeros, entre ellas las vulgares expresiones inglesas llamadas "four letters" ("de cuatro letras", como se denomina a las "malas palabras").
El idioma, "que otrora fue un vínculo de unidad nacional", deja "perpleja a mucha gente" por la apelación a "sonidos foráneos, obscenos y sin suavidad", manifestó el CPPCC en una declaración firmada.
La purificación del lenguaje será un proceso largo que permitirá mejoras en la atmósfera social, agregaron los expertos.
El diccionario revisado refleja esa preocupación, pero también los vientos de cambio que campean por esta China que, al mismo tiempo, se define socialista pero posee una economía de libre mercado.
Nueve mil palabras, aproximadamente la sexta parte del total de términos que contiene el diccionario, fueron agregadas para cubrir la brecha entre la era del presidente Mao Zedong, cuando se compiló por primera vez, y la actual, bajo la égida del reformista Deng Xiaoping.
Mao (1893-1976), fundador de la República Popular China y arquitecto de la "Revolución Cultural" (1966-1976), es hoy un símbolo tanto de los triunfos como de los traumas del comunismo nacional.
El fallecido líder representa un compromiso con la vía comunista para los viejos revolucionarios desconformes con la liberalización de la economía china y las políticas de libre mercado impuestas por Deng a finales de la década del 70.
Al mismo tiempo, para muchos intelectuales y reformistas chinos, Mao representa la ineficiencia económcia que provocó la muerte de miles de personas de hambre en la década del 60 y la represión política que condujo a cientos de miles al cadalso.
"Es inevitable que la vieja edición contuviera algunos dogmas políticos de las décadas del 50 y el 60", dijo el editor del diccionario, Jia Caizhu, al gubernamental diario China Daily.
Términos acuñados durante la Revolución Cultural, como "imperialismo socialista" (referido a la antigua Unión Soviética), fueron eliminados de la nueva edición, explicó Jia.
"Un montón de dogmas revolucionarios fueron eliminados para dejar lugar a nuevos términos. Los compiladores intentaron liberar al diccionario de tendencias ultraizquierdistas", agregó el académico.
Además, se incluyeron construcciones traducidas de idiomas occidentales como "asesinato piadoso" o "brecha generacional".
El primer Diccionario de Chino Moderno fue encargado por el gobierno de Mao en 1956, pero no fue publicado hasta 1978 debido al congelamiento de las actividades culturales e intelectuales que imperó durante la pardadojalmente denominada Revolución Cultural.
Esa versión fue reeditada 180 veces, en algunas de las cuales se registraron cambios menores. Pero la revisión difundida en julio es el primer cambio radical en 40 años.
La edición actual agrega muchísimas palabras relacionadas con actividades financieras y culturales, lo cual refleja los profundos cambios producidos en la sociedad china desde que Deng proclamó las reformas económicas hace 18 años.
Entre los nuevos términos, figuran traducciones de "tarjeta de crédito", "karaoke" y "snack", así como otras palabras y abreviaturas "importadas" más recientemente, como "MTV" e "Internet".
Jia y el coeditor Dong Kun afirmaron que el equipo intentó incluir tanto "lenguaje diario" como fuera aplicable al diccionario.
De ese modo, se cuentan en el volumen algunas expresiones obscenas, si bien los editores sostuvieron que no tratan por ello de alentar su uso.
Es, simplemente, un reflejo de los tiembos que están cambiando. Ni más, ni menos. (FIN/IPS/tra-en/ab/cpg/mj/ip cr/96