CHINA: El desafío de eliminar la pobreza al terminar el siglo

El programa de siete años lanzado por el gobierno de China en julio de 1993 bajo el código "Proyecto 87" se propone elevar el ingreso por habitante hacia el fin del siglo, en 592 áreas escogidas por su pobreza.

El nombre público del programa es, sin embargo, "Asedio a la Ciudadela de la Pobreza". Con este proyecto el gobierno aspira a eliminar totalmente la pobreza alrededor del año 2000.

De los 500.000 habitantes del condado de Longshan, 25 por ciento viven en estado de pobreza absoluta. La línea de pobreza está fijada de forma oficial, para las áreas rurales, en un ingreso neto anual de 60 dólares por habitante.

Esto equivale a menos de un tercio del ingreso anual por habitante del sector rural en promedio nacional.

En la aldea de Laochang han plantado un total de 110.000 árboles frutales (peras y kiwi) desde que el proyecto fue lanzado en 1994. Los 353 hogares, con unas 1.550 personas, piensan que si el mercado resulta tan bueno como esperan, la plantación podrá duplicarse e incluso triplicarse.

Por cierto, la plantación de árboles frutales se extiende por doquier, en parte con la intención de impedir la emigración del campo a las ciudades de más rápido crecimiento y en parte para contribuir a la alimentación de la nación más populosa del mundo.

Liu Junwen, un funcionario dedicado al programa de desarrollo económico de las áreas más pobres, destacó que después 16 años de reformas económicas inspiradas por el máximo líder chino, Deng Xiaoping, la pobreza se ha reducido de forma significativa.

De los 250 millones de personas que en aquel entonces vivían en condiciones de pobreza extrema, hoy se registran sólo 70 millones. "Hacia 1986 ya se habían reducido a la mitad", precisó Liu.

El proyecto incluye asistencia para el desarrollo de la agricultura y para la mejoría de los transportes, obras de irrigación y equipamiento para las comunicaciones.

Sólo en los últimos tres años, el Proyecto 87 ha conseguido bajar la cantidad de personas que viven debajo de la línea de pobreza a 65 millones, lo que representa 7,1 por ciento de la población rural china.

"Eso significa que debemos arrancar de la pobreza a 13 millones de personas cada año, casi tres veces la cantidad que hemos conseguido alcanzar en los últimos tres años", dijo Liu.

Muchos de los pobres de China viven en regiones desérticas del sudoeste. En la provincia de Guizhou, por ejemplo, más de 70 por ciento de la superficie del campo carece prácticamente de suelo fértil.

La campaña contra la pobreza recibe, además de la financiación del Estado, la colaboración de la Fundación para el Bienestar de la Población de China y de la Asociación para la Planificación Familiar en China.

"Las madres, entre los más pobres, tienen prioridad a la hora de obtener fondos en forma de préstamos a bajo interés", comentó Shen Guoxiang, secretaria general del comité de organización.

La paternidad planificada en China está relacionada con la política oficial inaugurada hace 16 años, que se resume en "una pareja, un hijo".

La práctica de esta política oficial, sin embargo, ha dado lugar a fuertes denuncias de corrupción por parte de los funcionarios del gobierno y los ejecutivos de las empresas, que ganan cuantiosos bonos en el manejo de las cuotas de natalidad.

Liu confía en que el Proyecto 87 conseguirá sus objetivos porque la campaña de asedio a la pobreza "se basa en eliminar la pobreza por medio de un desarrollo sostenible en lugar de limitarse a dar asistencia". (FIN/IPS/tra-en/xl/cf/cpg/arl/dv/96

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