La red Sureste de ferrocarriles, la más importante de Brasil, fue privatizada hoy con el fin de asegurar las inversiones necesarias a su recuperación y desarrollo.
La subasta en la Bolsa de Valores de Rio de Janeiro, presidida por el ministro de Planificación, Antonio Kandir, duró menos de un minuto. No hubo disputa, porque sólo había un comprador calificado, la MRS Logística, constituida por 10 empresas siderúrgicas, mineras y de transporte.
La firma adquirió por el precio mínimo, unos 870 millones de dólares la concesión para explotar por 30 años los ferrocarriles que cruzan os estados más desarrollados de Brasil: Sao Paulo, Minas Gerais y Rio de Janeiro.
La MRS Logística se comprometió a invertir 1.380 millones de dólares en esas tres décadas, 21 por ciento de los cuales en los primeros cinco años, para recuperar su infraestructura, de forma de reducir en 40 por ciento los accidentes en la red.
La subasta produjo dos días después de un choque de trenes ocurrido en los alrededores de Rio de Janeiro en el que murieron 16 personas y 40 resultaron heridas.
La privatización de los ferrocarriles en Brasil se inició en marzo, con la red Oeste, que une el interior del estado de Sao Paulo a la frontera con Bolivia y Paraguay, una vía de integración con el Mercosur y los países andinos.
La segunda en ser vendida fue la red Centro-este, por la cual se transportan minerales para exportación.
El Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social, que administra el programa de privatizaciones, espera concluir el proceso de venta de los ferrocarriles en marzo, con la subastade las tres redes de menor importancia que faltan, dos en el sur y una en el noreste .
A partir de ahora "se intensificará la privatización de los puertos", anunció el ministro de Planificación.
Los ferrocarriles no son vendidos sino entregados en concesión por 30 años. El contrato establece también inversiones.
El resultado de cada subasta no puede ser evaluado sólo por el precio de venta de la concesión sino que hay que considerar la suma que será invertida en el período, destacó Elena Landau, ex directora del BNDES responsable del diseño de ese modelo y que dejó recientemente la coordinación del programa de privatización.
Su plan era obtener cerca de 1.400 millones de dólares con las concesiones y 4.000 millones en inversiones por los seis bloques en que se dividió a los ferrocarriles controlados por la estatal Red Ferroviaria Federal.
Esa fue la forma definida para asegurar las inversiones que el Estado ya no puede realizar. La falta de recursos gubernamentales se reflejaba en el deterioro de los servicios y en los sucesivos accidentes.
La deuda de la empresa estatal, que llega a 3.000 millones de dólares, no es asumida por el concesionario. El gobierno piensa pagar esa suma con la venta de de inmuebles pertenecientes a la Red Ferroviaria.
El tramsporte ferroviario es más barato pero representa apenas 21 por ciento de la carga que circula en Brasil.
La red sureste abarca un patrimnio de 1.633 kilómetros de rieles, 396 locomotoras y 11.406 vagones, con ingresos estimados en 384 millones de dólares este ao. Sus 6.600 funcionarios tienen derecho a adquirir diez por ciento de su capital, con 70 por ciento de descuento, hecho usual en las privatizaciones brasileñas. (FIN/IPS/mo/dg/if/96