Brasil ingresó en una etapa de crecimiento, mientras consolida la estabilización económica con la aprobación de una ley que exime de impuestos a sectores agrícolas, afirmó hoy el presidente Fernando Henrique Cardoso.
La medida favorece a los productos primarios y semielaborados como los agroindustriales y siderúrgicos, que a partir del lunes dejarán de pagar el Impuesto a la Circulación de Mercancías, en general de 13 por ciento, cobrado por los gobiernos estaduales.
La ley fortalecerá la agricultura y permitirá al país crecer y generar más empleo, destacó el presidente, agregando que el gobierno no descuidará la batalla contra la inflación.
A fines de 1996 el índice del costo de la vida crecerá a un ritmo de 0,5 por ciento al mes, contra un promedio de cerca de uno por ciento en lo que va del año, pronosticó.
Además de reducir el costo de los productos exportables, se estimularán las inversiones, ya que las empresas y agricultores podrán adquirir bienes de capital e insumos también exentos de impuestos.
Ello abaratará en al menos 15 por ciento el costo de generación de empleos, estiman técnicos del gobierno.
"La ley estimula la economía al reducir el 'costo Brasil', haciendo más barato invertir, generar empleos y exportar", comentó el ministro de Planificación Antonio Kandir, quien presentó el proyecto a inicios de año, cuando era diputado.
El ministro sostuvo que la medida, "por sí sola", producirá un crecimiento adicional de 1,5 por ciento al año en el producto interno bruto, equivalente a 110.000 millones de dólares en los próximos cuatro años, afirmó.
La eliminación del impuesto sobre exportaciones corresponde a una devaluación cambiaria de siete por ciento, calcularon expertos. Los productos favorecidos representan 45 por ciento de las exportaciones brasileñas.
Pero la inusualmente rápida aprobación del proyecto por los diputados y senadores tiene un costo.
El gobierno deberá conceder fondos a los distintos estados, que en loss próximos dos años dejarán de recuadar en virtud de la nueva ley unos 8.000 millones de dólares.
Las autoridades centrales decidieron compensar a los estados otorgándoles 3.600 millones de dólares en 1997 y 4.400 millones al año siguiente.
A partir de 1999 esa suma se reducirá por el previsto incremento de la producción y el aumento de las actividades económicas en general, gracias al aumento de las exportaciones.
Cardoso manifestó su confianza de que el crecimiento económico compensará con creces el impuesto que se dejará de cobrar, especialmente porque representará más empleos. (FIN/IPS/mo/dg/if/96