Los nacionalistas serbios de Bosnia- Herzegovina se atribuyeron hoy el triunfo en las elecciones de este sábado, mientras observadores extranjeros admitieron que la partición del país es solo una cuestión de tiempo.
Los serbios acudieron a las urnas en masa para votar en las 61 municipalidades que constituyen 49 por ciento de Bosnia- Herzegovina, territorio al que denominan Republika Srpska, entidad política que no cuenta con reconocimiento internacional.
Los nacionalistas afirman que la concurrencia al acto electoral fue de entre 70 y 85 por ciento de los votantes habilitados de la zona que les corresponde.
Pocos de los antiguos residentes musulmanes de la región, desplazados a causa de la limpieza étnica, se animaron a cruzar la "frontera interétnica" que separa la Republika Srpska de la Federación Croato- Musulmana.
Funcionarios internacionales afirmaron que el resultado de las elecciones no deberán servir como argumento para justificar la secesión que proclaman los nacionalistas serbios en Bosnia.
Pero no han hecho nada para lograr la reunificación del país, de acuerdo con un funcionario occidental que opera en Belgrado, capital de la Federación Yugoslava constituida por Serbia y Montenegro.
"Después de las elecciones, todo tenderá a la partición total. Es solo una cuestión de tiempo", dijo a IPS el funcionario, quien reclamó reserva sobre su identidad.
La elección fue considerada una exhortación a separar la Republika Srpska de Bosnia-Herzegovina de una vez y para siempre, en abierto desafío al acuerdo de paz de Dayton, por medio del cual se convocó a las urnas.
Esa es una convicción arraigada a pesar de las serias críticas y hasta las multas en efectivo a quienes se manifestaran en favor de la partición dispuestas por la Organización de Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE), alianza que organizó los comicios.
La mayoría de los votantes no pertenecientes a la etnia serbia expulsados de sus hogares en la región debido a la limpieza étnica perpetrada durante la guerra civil de 43 meses se rehusaron a cruzar la frontera interétnica para votar en sus antiguos poblados.
Sin embargo, la OSCE había garantizado la seguridad de los viajeros musulmanes con fuertes guardias y la apertura de caminos especiales.
Este hecho le dio una clara ventaja a Momcilo Krajisnik, el candidato serbio a la presidencia tripartita de Bosnia- Herzegovina. Este nacionalista de línea dura obtuvo, según los datos revelados este lunes, 90 por ciento de los votos en algunos distritos de la Republika Srpska.
El presidente del país será el más votado entre los tres que integren la presidencia colegiada, que, según los acuerdos de Dayton, se compondrá por un serbio, un musulmán y un croata.
La masiva concurrencia de votantes en la Republika Srpska deja en evidencia que Krajisnik será el candidato que contará con la mayoría relativa de los votos de Bosnia-Herzegovina cuando concluya el escrutinio.
Por ello, paradójicamente, el presidente del principal órgano ejecutivo de Bosnia-Herzegovina será un serbio que pretende la partición del país.
Los restantes miembros de la presidencia serán, seguramente, el actual presidente de Bosnia-Herzegovina, el musulmán Alija Izetbegovic, con 76 por ciento de los votos en los circuitos escrutados, y el croata Kresimir Zubak.
El viceprimer ministro de la Republika Srpska, Velibor Ostojic, dijo que más de 85 por ciento de los ciudadanos habilitados para votar en esa región concurrieron a los 1.967 circuitos de votación.
"Los serbios tomaron las elecciones como un asunto muy serio", dijo este domingo Ostojic a los periodistas que lo entrevistaron en su bastión en Pale, centro de esquí fuera de Sarajevo.
La comisión electoral de la Republika Srpska estimó, por su parte, que concurrieron a las urnas 70 por ciento de los votantes habilitados en ese territorio.
El gobierno en Sarajevo reaccionó con evidente malestar ante la perspectiva de éxito de los nacionalistas serbios. El gobernante Partido de Acción Democrática, que cuestionó la legitimidad de la votación en la Republika Srpska, sostuvo que hubo irregularidades.
"No son los musulmanes quienes deben juzgar y planificar estas elecciones, y demos gracias a Dios por que eso sea así. Tenemos a la comunidad internacional aquí. La OSCE será la que juzgará", dijo este domingo Jovan Zametica, asesor de la presidenta interina de la Republika Srpska, Biljana Plavsic.
La principal preocupación de la OSCE antes y después de la elección consistió en evitar la secesión de Bosnia-Herzegovina.
Occidente consideraría la partición total como una victoria de los serbios en Bosnia-Herzegovina, que se rebelaron en 1992 contra la independencia del país y declararon entonces la peor guerra en Europa desde 1945.
En vísperas de la elección, la OSCE obligó a Plavsic a rechazar públicamente a través de la televisión serbia la creación de un estado independiente. Esta declaración fue repetida tres veces por la emisora de Pale.
La presidenta interina de la Republika Srpska debió afirmar que los serbios trabajarían codo con codo con los funcionarios electos en la Federación Croato-Musulmana en la defensa de la unidad de Bosnia-Herzegovina.
Plavsic considera a las elecciones una vía para preservar la pureza étnica de la Republika Srpska. Su posición favorable a la partición fue evidente en una declaración pública que efectuó el día 10.
"Solo un estado serbio conviene a los serbios, y nada menos que eso. Hemos encontrado ese estado en el marco del acuerdo de Dayton", dijo a través de Radio Prijedor, en un discurso que fue escuchado por funcionarios de organismos no gubernamentales en Sarajevo.
"Dicen que debemos transferir parte de nuestra soberanía a una especie de asociación de Bosnia-Herzegovina. Bien, transferiremos algo, por ahora", agregó Plavsic.
Por su parte, Krajisnik, portavoz del parlamento de la Republika Srpska, tuvo cuidado de no echar leña al fuego.
"Creemos que las elecciones traerán estabilidad a toda Bosnia- Herzegovina. Estamos prontos para integrar instituciones comunes, porque el acuerdo de Dayton ofrece la posibilidad de trabajar en favor de los intereses del pueblo serbio y de la Republika Srpska", dijo a los periodistas en Pale.
Plavsic, por su parte, declaró este sábado en Banja Luka que "el pueblo de la Republika Srpska vota, sobre todo, en favor de la Republika Srpska".
"Si gana, Krajisnik participará en la presidencia colectiva en Sarajevo. Esto es algo que necesitamos escuchar. Tenemos que ver a Krajisnik en Sarajevo", manifestó.
Por su parte, el arquitecto de la rebelión de los serbios en Bosnia-Herzegovina y presidente de la Serbia federada en la nueva Yugoslavia, Slobodan Milosevic, manifestó confianza en que "todas las fuerzas de la escena política cooperen con éxito".
Las elecciones crearon "las condiciones para que todas las decisiones futuras sean adoptadas por cuerpos legítimamente electos", concluyó Milosevic.
El presidente de Serbia firmó el acuerdo de Dayton en nombre de los serbios en Bosnia-Herzegovina. A cambio, espera el levantamiento de las sanciones internacionales contra su país diez días después de las elecciones, como establece el pacto.
Los órganos interétnicos son claves en el objetivo de mantener Bosnia-Herzegovina unida e intacta. Pero el enviado de Estados Unidos y artífice del acuerdo, Richard Holbrooke, advirtió la profundidad de la resistencia a esa unión en una visita a la Republika Srpska este sábado.
En Brcko, uno de los poblados visitados por Holbrooke, los musulmanes fueron mayoría hasta que fueron barridos por la limpieza étnica. Unos pocos se atrevieron a cruzar la frontera étnica para votar. Pudieron hacerlo en un suburbio alejado de sus antiguas viviendas, hoy ocupadas por serbios.
El actual alcalde de Brcko se negó a fotografiarse con el ex alcalde musulmán, quien había regresado al poblado para la ocasión. (FIN/IPS/tra-en/vpz/rj/mj/ip/96