Pocos musulmanes, principales víctimas de la limpieza étnica, aceptaron la invitación a aventurarse en las áreas donde vivieron otrora y hoy son gobernadas por los serbios en las elecciones de este sábado en Bosnia-Herzegovina.
De todos modos, las elecciones fueron consideradas un éxito por los observadores internacionales y ya ha dado sus primeros resultados políticos. El actual presidente de Bosnia-Herzegovina y el de la República Serbia se reunirán antes del fin de semana, informó Richard Hoolbrooke, mediador estadounidense.
Hoolbrooke, a quien se atribuye la paternidad del acuerdo de paz de Dayton que condujo a las elecciones de este sábado, anunció en Belgrado que el musulmán Alija Izetbegovic y el serbio Slobodan Milosevic se entrevistarán probablemente en París.
Esta reunión será, probablemente, el preámbulo del establecimiento de relaciones diplomáticas entre Bosnia- Herzegovina y la Federación Yugoslava, que nuclea a las repúblicas de Serbia y Montenegro.
A pesar de la alta concurrencia a las urnas registrada en todo el país, muchos menos musulmanes que los esperados cruzaron la frontera interétnica (denominada IEBL, por sus siglas en inglés) que divide la zona bajo control de los rebeldes serbios de la frágil federación bosnia de croatas y musulmanes.
Se esperaba que entre 60.000 y 200.000 personas cruzaran la IEBL de la zona musulmano-croata a la serbia el día de la elección, pero solo lo hicieron 275 de los 700 ómnibus que habían sido especialmente destinados a ese fin.
Fueron habilitadas 19 rutas seguras para permitir el voto de unos 140.000 musulmanes en los territorios donde vivían antes de ser expulsados por las fuerzas serbias, pero solo se les autorizó a votar y retirarse de inmediato. Incluso se les advirtió que no debían acercarse a sus antiguas viviendas.
Ambas partes sostuvieron que las rutas fueron establecidas "solo para la seguridad de los votantes" y para prevenir enfrentamientos.
Pero la fuerza de implementación de los acuerdos de paz de Dayton (IFOR) conducida por la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) informó que debió cerrar otros caminos e impidió que los votantes viajaran ante la mirada del enemigo.
Si bien se informó de algunos pocos hechos de violencia, las elecciones fueron calificadas como relativamente pacíficas tanto la IFOR como la Organización de Seguridad y Cooperación de Europa (OSCE), alianza que convocó y organizó los comicios.
"Quizás estemos viendo una democracia que nace, y eso es una buena noticia", dijo el teniente británico sir Michael Walker, comandante de campo de la IFOR.
La fuerza internacional ofreció seguridad a los votantes que ingresaron a sus antiguas áreas de residencia, convertidas por gracia de la limpieza étnica en territorio enemigo.
El jefe de la OSCE en Bosnia, Robert Forwick, dijo que al margen de los problemas con las listas votantes, la elección fue "bastante buena".
En la ciudad de Banja Luka, bajo control serbio, la OSCE informó de problemas "significativos" con los registros, donde no constaban los nombres de varios ciudadanos que afirmaron estar habilitados para votar.
Los resultados finales no serán anunciados formalmente hasta finales de esta semana.
Se estima que entre 60 y 70 por ciento de los 2,9 millones de votantes habilitados concurrió a las urnas, informó el enviado internacional Carl Bildt. Esta elección es considerada crucial para el establecimiento de los órganos de gobierno interétnicos propuestos por la paz de Dayton, acordada el año pasado.
Todos los mayores de 18 años registrados por el censo de 1991, vivieran o no en Bosnia-Herzegovina, podían participar, incluso los 641.000 refugiados en 55 países que emitieron sus sufragios a comienzos de mes.
Cada votante debía elegir varias balotas distinguidas por colores, en lo que se ha considerado el procedimiento electoral más complejo en la historia europea reciente.
Dentro del 49 por ciento del país, territorio ocupado por la autodeclarada República Srpska (de serbios en Bosnia-Herzegovina) sin reconocimiento internacional alguno, los votantes también eligieron un presidente y una "asamblea nacional".
Del otro lado de la frontera interétnica, en el territorio de la Federación Croato-Musulmana que ocupa 51 por ciento de Bosnia- Herzegovina, los ciudadanos también elegían asambleas cantonales y miembros de la Cámara Federal de Representantes.
Los votantes de ambos lados de la IEBL eligieron una legislatura bicameral nacional. Los 15 escaños del senado se dividen en partes iguales entre musulmanes, croatas y serbios, mientras la cámara baja se compone por 28 representantes de la Federación y 14 de la República Srpska.
También se eligió una presidencia colectiva, con dos miembros procedentes de la Federación y uno de la República Srpska. El más votado de los tres, quien al parecer será serbio, se convertirá en el presidente.
El escrutinio supervisado por la OSCE comenzará con los votos a la presidencia, con la intención de reunir a los ganadores lo antes posible, probablemente en la sede de Naciones Unidas en Nueva York.
Se estima que los ganadores serán el actual presidente de Bosnia-Herzegovina, el musulmán Alija Izetbegovic, el serbio Momcilo Krajisnik y el croata Kresimir Zubak.
Krajisnik es partidario del ex líder serbio Radovan Karadzic, acusado de crímenes de guerra por un tribunal internacional montado por Naciones Unidas.
En el ámbito diplomático se teme que la IEBL, supuestamente provisoria, se convierta en permanente a menos que se persuada a los tres integrantes de la presidencia trabajen juntos. Todo hace suponer que el trío se integrará con integrantes de los partidos étnicos que lideraron la guerra de 43 meses.
Las esperanzas en el éxito del proceso no se han perdido, pues los candidatos renunciaron a la "retórica nacionalista primitiva" caracterizada por Bildt durante la campaña electoral.
Izetbegovic dijo que confiaba en que habrá tolerancia política, religiosa y nacional después de los comicios. Se espera que Izetbegovic sea uno de los miembros de la presidencia colegiada.
La actual presidenta de la República Srpska, Biljana Plavsic, condenada con dureza por Naciones Unidas y la OSCE por su exhortación preelectoral a la partición de Bosnia-Herzegovina, dijo que esperaba que una "atmósfera democrática pero, sobre todo, votos" para el nacionalismo serbio.
Plavsic reemplaza al ex líder serbio y acusado de crímenes de guerra Radovan Karadzic, quien supuestamente votó con toda calma en el centro de esquí de Pale, fuera de Sarajevo. (FIN/IPS/tra- en/ab/rj/mj/ip/96