(Artes y Espectáculos) JAMAICA: La música crece como los árboles en la vereda

Los que manejaban hace años un amplificador, un pasadiscos y unos parlantes para propalar melodías y ritmos en las calles son los héroes desconocidos y sin gloria de la música de Jamaica.

Mucho antes de que los géneros ska, rocksteady, reggae y el reciente dancehall llevaran a la fama a Bob Marley, Jimmy Cliff, Peter Tosh y Shabba Ranks, la música de Jamaica se desarrollaba a través de estas rudimentarias discotecas móviles denominadas "Sound Systems" (sistemas de sonido).

Con un amplificador, un tocadiscos y montañas de grabaciones, un grupo de pioneros pasearon el rhythm & blues estadounidense por las islas del Caribe, y tiempo después se dedicaron a la música local. Fue por la década del 40 que comenzaron a instalar sus aparatos en las veredas.

Pero en los días en que la música jamaiquina no era bien aceptada en las radios de la isla, los Sound System fueron los que devolvieron los ritmos nativos a los guetos, aunque al principio solo pasaban música procedente de Estados Unidos.

"Cuando las estaciones de radio no pasaban ska ni rock steady jamaiquinos, fueron los Sound System los que promovieron esos géneros", dijo Bunny Goodison, musicólogo local que solía operar esas primitivas discotecas.

Jamaica no tenía una industria musical desarrollada en ese entonces. "Pasábamos mucho jazz, piezas de Billy Eckstine o Sarah Vaughn, ese tipo de cosas. Muchos trabajaban en lugares donde no había prejuicios de clase, porque los Sound Systems eran cosa de gente pobre", recordó Goodison.

La mayoría de los operadores de Sound Systems obtenían sus discos de jazz y blues de los marineros que paraban en el puerto de Kingston a cambio de un paseo por la ciudad.

Este tráfico perdió importancia a comienzos de la década del 60, con el nacimiento del ska, una música típicamente jamaiquina pero con fuerte influencia estadounidense. Este hecho satisfizo la demanda de música producida en el país.

La primera persona que se dedicó a difundir la música nacional a través de sus Sound System fue Prince Buster, un cantante y productor que bautizó sus aparatos Voice of the People (La voz del pueblo).

"Era rudo y le encantaba el rythm and blues de Estados Unidos", recordó Goodison.

Prince Buster, junto con Clement Dodd y Duke Reid, usaban sus propios Sound Systems para promocionar los discos que ellos mismos habían producido.

El Studio One de Dodd tuvo en Jamaica una reputación similar al Motown de Berry Gordys, que se dedicó a difundir la música soul en Estados Unidos. Uno de los trucos que empleaban los Sound Systems eran los concursos, pues competían entre ellos para contar con más música exclusiva.

"Los Sound Systems son el principal vehículo de la música y siempre fueron esenciales para el desarrollo artístico", afirmó Goodison.

Canciones que hoy son consideradas clásicos de la música jamaiquina, como "Easy Snapping", de Theophilius Beckford, o "Fatty Fatty", de The Heptones, nunca recibieron difusión en la radio, que evitaban cualquier controversia y, por ello, cualquier manifestación de contenido político.

Los Sound Systems no solo provocaron el auge del ska, el rocksteady y el reggae. También fueron los precursores de los disc- jockeys así como se los conoce en Jamaica, similares a los raperos de Estados Unidos.

U-Roy, uno de los más tempranos exponentes de este arte, asegura que se inspiró en el trabajo de Count Machukie, al que conoció en un Sound System vecinal.

Al igual que Goodison, U-Roy cree que la influencia del Sound System fue clave en el desarrollo del reggae. De Bob Marley en el reggae a Alton Ellis en el rocksteady, pasando por muchos exponentes del dancehall, los artistas apelaron a los Sound System como forma de difusión.

Existen más de cien Sound Systems en Jamaica actualmente. Los más importantes ganan miles de dólares al año tanto dentro de la isla como en el extranjero, fundamentalmente en Estados Unidos y Gran Bretaña.

A pesar del evidente éxito, los Sound Systems son acusados de perturbar el sueño de los vecinos bienpensantes, y muchas veces son el blanco de las balas de la policía, que invoca leyes contra los "ruidos nocturnos".

"Los Sound Systems no solo promovieron la música. También le dieron al artista un sentido de su importancia. En esos días, los habitantes del gueto no tenían muchos héroes. Los Sound Systems nos dieron una cultura y un sentido de pertenencia", explicó Goodison.

Y eso, como dicen en las salas de baile, "nuff respect" (merece respeto). (FIN/IPS/tra-en/hc/fn/mj/cr/96

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe