El debate sobre los tiempos en que deberá procesarse la búsqueda de acuerdos de liberación comercial acaparó la parte extraoficial de la agenda de la reunión de viceministros de Comercio del Area de Libre Comercio de las Américas, iniciada hoy en esta ciudad de Brasil.
En la capital del sureño Estado de Santa Catarina se hicieron presentes 27 de los 34 países que integran el ALCA. Sólo faltaron a la cita siete Estados del Caribe.
El encuentro tiene como cometido analizar informes preliminares sobre 11 temas entre los cuales se incluyen el del acceso a mercados, normas y barreras técnicas de comercio, medidas fitosanitarias y "dumping".
También integran la agenda de la reunión temas como los derechos de propiedad intelectual, servicios, políticas de competencia comercial, pequeñas economías, inversiones, procedimientos aduaneros y compras por el sector público.
El encuentro, que se realiza en la sede de la Federación de Industria y Comercio de Santa Catarina, es preparatorio de la reunión cumbre de Ministros del ALCA, que se realizará en otra ciudad brasileña, Belo Horizonte, el 15 y 16 de mayo de 1997.
Los 11 grupos de trabajo están trabajando a puertas cerradas para discutir complejas cuestiones técnicas para el proceso de creación de una zona de libre comercio de Alaska a la Patagonia, con una población total de 814 millones de personas y un producto interno bruto global estimado en 8,8 billones de dólares.
"Las negociaciones son complejas porque está en juego el futuro económico de 34 países y no deseamos que el apuro acabe por generar situaciones injustas en el futuro", afirmó el embajador Sebastiao Rego Barros, jefe de la delegación brasileña.
Estados Unidos desea acelerar la búsqueda de acuerdos parciales en áreas como medidas fitosanitarias, propiedad intelectual y compras gubernamentales.
En el rincón opuesto, Brasil y sus socios en el Mercosur -Argentina, Paraguay y Uruguay-, plantean una vía más lenta pero que tome en cuenta toda la difícil coyuntura económica y comercial de América Latina.
El acercamiento que ha ido realizando la Unión Europea (UE) con los países latinoamericanos, en especial con los del Mercosur, puede haber influido también en la urgencia de Washington.
Cuando el presidente Bill Clinton lanzó la iniciativa del Area de Libre Comercio de las Américas, en la cumbre de Miami, en diciembre de 1994, el objetivo era lograr el ALCA en el 2005.
Pero posteriormente, los norteamericanos comenzaron a plantear un ritmo más rápido, mencionando extraoficialmente el 2000 como meta.
El presidente de la Federación de Industrias de Santa Catarina, Osvaldo Douat, opinó que la reacción norteamericana puede ser motivada por el deseo de no perder espacios políticos y estratégicos.
En una charla informal con periodistas expresó que hay una polarización entre el Mercosur y los países integrantes del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Estados Unidos, México y Canadá).
Douat, que también es el encargado de las relaciones internacionales de la Confederación Nacional de Industrias (CNI) de Brasil cree que el proceso de formación del ALCA empezó en el norte, pero la tendencia es que ahora avance del sur hacia Estados Unidos.
Entre los delegados latinoamericanos en la reunión de Florianópolis, la palabra cautela es la más utilizada.
"Tenemos que asegurar el acceso a los instrumentos de competitividad", dijo un miembro de la delegación de Colombia.
El embajador José Botafogo Goncálvez, subsecretario para la Integración de la cancillería de Brasil, sostuvo que si el avance es muy acelerado, se corre el riesgo de que algunos países se sientan perjudicados, y eso genere un foco de frustración que puede comprometer la búsqueda de acuerdos por consenso.
La reunión de viceministros de comercio de las Américas terminará este martes, y no se esperan resultados espectaculares. "Se trata básicamente de preparar la cancha para la cumbre de Belo Horizonte", resumió Rego Barros. (FIN/IPS/cc/jc/if-ip/96