Los exportadores de textiles de América Latina y Asia deben reducir sus "espectaculares" barreras a la importación si pretenden que la Unión Europea (UE) agilice la liberalización del comercio mundial del producto, advirtieron hoy altos funcionarios del bloque.
La polémica oferta está relacionada a discusiones internacionales sobre el desmantelamiento de un Acuerdo Multifibras (AMF).
Con la propuesta, la ejecutiva Comisión Europea urgió a países de América Latina y Asia a abrir sus mercados a textiles y vestimenta europea, afirmando que la UE devolverá el favor mediante la aceleración de la eliminación de las cuotas fijadas por el AMF y otras restricciones.
Argentina y Brasil recibieron la oferta del comisario de Comercio, Leon Brittan, quien también se dirigió a los principales exportadores de Asia, incluyendo India, Pakistán, Indonesia, Tailandia y Malasia.
La comisión alega que los aranceles a los productos textiles en esos países son demasiado elevados y restringen la venta de los productos europeos.
"Queremos ser tan liberales como sea posible para contribuir a la apertura mundial del comercio de textiles", dijo Brittan.
Países exportadores e importadores de textiles del mundo acordaron un período de 10 años para desmantelar el AMF como parte de los compromisos de la ronda Uruguay de conversaciones sobre liberalización del comercio bajo el Acuerdo General de Aranceles y Comercio (GATT).
El AMF será eliminado por completo en el 2005, cuando el comercio mundial de textiles quede libre de cuotas y otras restricciones, quedando sujeto a las reglas de la Organización Mundial de Comercio (OMC), sucesora del GATT.
La "integración" de textiles y vestimenta a la OMC comenzó el año pasado. Como parte del acuerdo, los importadores aceptaron liberalizar 16 por ciento de su comercio de textiles y vestimenta en 1995. La decisión para integrar otro 17 por ciento de textiles a la OMC se tomará en 1998.
Si países de América Latina y Asia comienzan a reducir sus altas tarifas de importación de textiles, la UE está dispuesta a eliminar las cuotas sobre una variedad de textiles "económicamente significativos".
"Si estos países pueden llegar a ofertas ambiciosas para abrir mercados, seremos igualmente generosos", dijo un vocero de la Comisión Europea.
Políticamente, "será más fácil para nosotros impulsar una mayor liberalización, si los exportadores pueden hacer ese gesto", añadió el vocero. España y Portugal, destacados productores de textiles, rechazan una mayor apertura del mercado europeo.
Mientras, la industria europea afirma que pretende vender más textiles de lujo a la emergente clase media asiática.
Los países exportadores de textiles alegan que la UE está comprometida por reglas de la OMC a eliminar en etapas cuotas sobre una lista de artículos que representan 27 por ciento del comercio total del bloque europeo.
Esta obligación, sostienen, debería cumplirse en 1998, según lo estipulado, sin la introducción de nuevas condiciones relacionadas al acceso a mercados extranjeros.
"La UE no puede afirmar que la próxima fase de la liberalización depende de las concesiones hechas por los países exportadores de textiles. Esto sentaría un precedente equivocado", dijo un diplomático asiático en Bruselas.
Los exportadores de textiles están molestos con lo que describen como la liberalización de cuotas "a medias" de la UE durante la primera fase del desmantelamiento del AMF, el año pasado.
Los exportadores afirman que la UE y Estados Unidos están haciendo lo mínimo posible para cumplir con sus olbigaciones de la ronda Uruguay.
En lugar de liberalizar el mercado de productos actualmente sujetos a cuotas, se quejan, tanto Estados Unidos como la UE "liberalizaron" la importación de productos que, para empezar, nunca estuvieron sujetos a restricciones.
En el caso de la UE, la integración de textiles a la OMC se centró en productos de yute, telas recubiertas y con una capa de goma, coberturas de pisos, trajes de hombre, visos de mujer y corbatas.
Los exportadores buscan que la UE retire, antes de 1998, las cuotas sobre productos "económicamente significativos" como telas de algodón, camisetas y pantalones, y alegan que las actitud minimalista de la UE resta credibilidad a todo el ejercicio. (FIN/IPS/tra-en/si/rj/lp/if/96