El ex presidente venezolano Carlos Andrés Pérez, que hoy vivió su primer día libre tras 28 meses de arresto, criticó la tendencia reeleccionista en América Latina como "señal de un nuevo tipo de autoritarismo".
Su mayor crítica fue para "el dictador peruano Alberto Fujimori", pero el ex mandatario reconoció que el movimiento ocurre en Argentina, Brasil "y al comienzo de la presidencia de Rafael Caldera en Venezuela (1994)" existió "esa amenaza".
"Lo preocupante de la tendencia es que no se trata de una evolución normal de nuestro derecho constitucional, sino de movimientos con nombre propio", dijo en diálogo con corresponsales extranjeros.
"Puede resultar, y sería lamentable, que saliéramos de un militarismo ramplón hacia uno más disimulado", pues en opinión de Pérez, con base en el ejemplo peruano, la reelección presidencial aumenta la "tutela" castrense.
Pérez, un socialdemócrata de 73 años, fue presidente de Venezuela en 1974-1979 y en 1989-1993, este último un quinquenio inconcluso porque se le sometió a juicio, tras registrarse en 1992 dos cruentas rebeliones militares.
Entre una y otra asonada, Pérez rompió relaciones con Perú cuando en abril de 1992 Fujimori disolvió el parlamento y la Corte Suprema de Justicia de su país.
El juicio a Pérez fue por desvío irregular, en 1989, de 17 millones de dólares de los gastos secretos del Ministerio del Interior, y con parte de los cuales, según tesis de la acusación que no acogió la Corte Suprema venezolana, se prestó cooperación policial a Nicaragua en 1990.
Pérez invocó leyes de seguridad y defensa para negarse a revelar el uso de los fondos secretos, y el desvío o malversación le acarreó una condena de 28 meses de arresto en su residencia de las afueras de Caracas, pena cumplida hasta el miércoles.
Millares de seguidores le acompañaron a saborear la libertad desde la noche del miércoles, a las puertas de su residencia y con disparos al aire y quema de fuegos de artificio, sobre todo en Caracas y en su estado natal, Táchira, en los Andes del suroeste fronterizo con Colombia.
Pérez, quien reivindicó "con orgullo latinoamericano" la cooperación que dirigió "para la paz y la estabilidad democrática en América Central", desayunó este jueves con un grupo de dirigentes centroamericanos.
Entre ellos figuraron el ex presidente hondureño Rafael Callejas, los dirigentes nicaragüenses Antonio Lacayo y Cristina Chamorro, y la costarricense Karen Figueres, y en diciembre viajará a la cumbre de mandatarios del istmo, según informó.
Este viernes, Pérez iniciará una gira por 10 de los 22 estados de Venezuela, comenzando por su natal Táchira, donde presentará su nombre como candidato a senador en las elecciones de 1998.
En su diálogo con la prensa extranjera, deploró "el agobio que muestran instituciones básicas de América Latina, una región acosada por muchos problemas, tras perder el impulso modernizador de comienzos de los años noventa".
La mejor muestra de ese decaimiento "es el Grupo de Río (14 democracias de la región), cuya última cumbre -hace dos semanas en Cochabamba, Bolivia- no tuvo mayor significación".
Sostuvo que la falta de impulso político en la región "implica que se aplazan los objetivos de la Cumbre de las Américas", que en 1994 en Miami (Estados Unidos) pactó negociar para el año 2005 un Area de Libre Comercio hemisférica.
Por otra parte, "América Latina registra una falta de interés hacia la región por parte del gobierno del presidente estadounidense Bill Clinton", excepción hecha de la actuación de Washington para recolocar en el poder, en 1994, al presidente haitiano Jean-Bertrand Aristide, derrocado en 1991.
"El apoyo de Clinton a las Naciones Unidas para reponer en el poder al presidente Aristide creó un precedente extraordinario de protección multinacional a la soberanía de los pueblos", dijo Pérez, quien brindó ayuda a Aristide cuando fue derrocado.
Insistió en que "América Latina, a través del Grupo de Río, debe influir en lograr una reforma de las Naciones Unidas, para que sea árbitro de los grandes problemas mundiales y esa posición no corresponda a los Estados Unidos".
"Sí estamos de acuerdo con la reelección de Clinton y de los demócratas en la Casa Blanca", por lo inconveniente de que llegue al poder el Partido Republicano "dirigido por fundamentalistas que quieren convertir a Estados Unidos en policía o comandante del mundo entero".
En el terreno doméstico, Pérez anunció que su vuelta al ruedo político "es para buscar un entendimiento nacional, promover la renovación del liderazgo y abrir caminos a nuevas generaciones", tras recordar que según encuestas en su poder "90 por ciento de los venezolanos no cree en los partidos políticos".
Mientras estuvo privado de libertad, aunque se "escapaba volando a través de la superautopista informativa Internet", Pérez dijo que leyó numerosos libros, entre los que recordó "Santa Evita", del argentino Tomás Eloy Martínez, y "Noticia de un secuestro", de Gabriel García Márquez.
Al quedar en libertad este jueves, y mientras saboreaba el calor de multitudes mientras agitaba los brazos sobre su cabeza en forma de aspas, aseveró que sale "sin odios ni rencores". (FIN/IPS/hm/dg/ip/96
