Los incendios naturales y las inundaciones cumplen una importante función en la reproducción de especies vegetales y animales, y su supresión tiene más costos que beneficios, según un artículo publicado por la revista Science.
"Los incendios son sumamente importantes, porque permiten la germinación de ciertas plantas", aseguró Tom Givnish en el artículo escrito para la revista de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia.
Irónicamente, la supresión de incendios puede haber sido la causa de la destrucción este año de unos 19,4 millones de hectáreas de bosques, según revelan estudios de Givnish, profesor de botánica en la Universidad de Wisconsin en Madison.
Un tercio de las especies de las "praderas prístinas" se desvanecieron en los últimos 50 años, y las más afectadas fueron bajas, de semillas pequeñas, y legumbres que convierten en nitrógeno del suelo.
Los expertos explican que la prevención de pequeños incendios evitó el crecimiento de plantas más finas en los bosques. Actualmente, la vegetación más gruesa se quema rápidamente y se extiende con mayor velocidad, resultando en el daño de millones de hectáreas.
Los fuegos también reciclan los nutrientes del suelo en la forma de cenizas, y reducen la cantidad de insectos y enfermedades, sostienen los investigadores. La nueva vegetación que crece tras los incendios también es sustento de ciervos y otros animales.
Cuando estos incendios naturales se evitan, los pinos dan lugar a la picea, una especie mucho más susceptible a los insectos y la enfermedad.
Los grandes incendios que han consumido centenares de miles de hectáreas en las montañas del sur de California, dijo Givnish, contrastan con los pequeños incendios al sur de la frontera en México, los cuales causan daños relativamente pequeños.
Este año se quemaron unas 221.000 hectáreas del parque nacional Yosemite y el bosque nacional Stanislaus de California, amenazando áreas clave como la reserva de Hetch Hetchy, la cual abastece de agua potable a esta ciudad.
Los desastres naturales tienen muchos beneficios, concluyó el profesor de ecología de la Universidad de Minnesota en la ciudad de Saint Paul David Tilman, tras estudios similares a los de Givnish.
El planeta será un "lugar completamente diferente si ignoramos las consecuencias a largo plazo de nuestras acciones", adviritó Tilman, y añadió que la interrupción de procesos como las indudaciones y los incendios tienen "consecuencias inesperadas y en cascada sobre la abundancia de las especies".
Algunos de los beneficios de las inundaciones fueron señalados por Mary Power, profesora de biología integrativa en la Universidad de California en Berkeley.
"Las inundaciones mantuvieron en bajo número las poblaciones de especies exóticas como las ranas toro, traídas a California en el siglo XIX por los colonizadores desde el Misisipí para criar como alimento", dijo la experta a IPS.
Pero con la construcción de represas, se redujo la incidencia de las inundaciones, permitiendo el predominio de las ranas toro y la casi extinción de las poblaciones nativas de ranas de patas amarillas y tortugas.
Las inundaciones también afectaron otras especies como el salmón en los estados de Oregon y Washington. En particular, viejas represas como las del río Elwha en Washington y los Columbia y Snake en Oregon impidieron la reproducción del salmón.
El salmón pasa la mayor parte de su vida en el océano, pero migra tierra adentro por los ríos para la fecundación. Las represas bloquean su paso y evitan que llegue a los sitios de reproducción.
Tilman también señala que las grandes obras en ríos no evitaron necesariamente las peores inundaciones.
Un ejemplo son las grandes pérdidas en el medio oeste de Estados Unidos causadas por las inundaciones de 1993, "las cuales fueron exacerbadas por diques que eliminaron una válvula de seguridad natural, las llanuras inundables de los ríos", escribió.
Durante siglos, los incendios arrasaron regularmente en las praderas de Wisconsin y las inundaciones ocuparon California. Pero esto cambió en las últimas décadas, con los equipos de emergencia que extinguen el fuego y la construcción de grandes represas.
Los resultados han sido dramáticos. Bosques de robles reemplazan ahora a las praderas del norte de Wisconsin y la tierra arable domina el sur del estado, mientras las represas reorientaron el agua de los humedales de Calfornia la desierto para hacerlo florecer.
Pero el costo ha sido alto. Los científicos afirman que las flores blancas y rosadas que una vez colmaban las praderas desaparecieron, mientras aumentó el riesgo de mayores incendios. (FIN/IPS/tra-en/pc/lp/en/96