La visita de 20 horas que el canciller alemán Helmut Kohl realizará a Brasil este martes y miércoles constituye un gesto de adhesión política a su mayor socio comercial y destino número uno de sus inversiones en América Latina, afirmaron hoy fuentes del gobierno germano.
La estadía en Brasil es la más corta del periplo de ocho días que Kohl emprendió por América Latina, que lo llevó a Argentina desde el sábado hasta este martes y lo conducirá finalmente a México, el día 21.
Kohl se entrevistará en Brasilia con el presidente del país anfitrión Fernando Henrique Cardoso y con varios parlamentarios de ambas cámaras, pero no pronunciará una alocución ante el Congreso, como lo hizo en el parlamento argentino y prevé efectuar ante el mexicano.,
El gobernante germano proseguirá con Cardoso las conversaciones mantenidas durante la visita del mandatario brasileño a Alemania en septiembre de 1995.
El diálogo girará en torno al éxito que va obteniendo el presidente Cardoso con su reforma política y su política económica, destacaron las fuentes gubernamentales de IPS.
Ambos jefes de Estado estudiarán asimismo las posibilidades de ampliar el comercio bilateral.
Según un estudio efectuado recientemente por la firma ECON- Consult por encargo del ministerio alemán de Economía, las experimentaciones germanas hacia Brasil cayeron fuertemente en los primeros cuatro meses del presente año.
En 1995, el intercambio comercial entre ambos países se situó en 8.000 millones de dólares y las inversiones directas alemanas en Brasil se cifraron en 9.333 millones de dólares.
Cardoso y Kohl también estudiarán la forma de intensificar la cooperación en todos los terrenos, de manera especial en la protección de los bosques y de los derechos de las comunidades indídenas.
El grupo de los siete países económicamente más desarrollados de mundo apoya con 290 millones de dólares un programa piloto destinado a conservar los bosques tropicales de Brasil. Alemania asumió 60 por ciento de ese costo.
Esta es la tercera visita oficial de Kohl a Brasil. La primera fue en 1991 y la segunda fue con motivo de la conferencia mundial de Medio Ambiente de Río de Janeiro, en 1992.
La importancia de Brasil para Alemania se pone de manifiesto asimismo en el hecho de que el presidente germano Roman Herzog escogió al gigante sudamericano en noviembre de 1995 como su primer destino en América Latina.
Brasil es el país latinoamericano con mayor número de habitantes descendientes de alemanes, alrededor de 3,5 millones, y Sao Paulo la ciudad con mayor presencia industrial alemana en el exterior.
Heinrich von Pierer, presidente del consorcio Siemens, que acompaña al canciller Kohl en su viaje por América Latina, es un firme defensor del aumento de las inversiones alemanas en la región, sobre todo en Brasil.
Según dijo ante la prensa alemana, Siemens invirtió ultimamente en Brasil cerca de 667 millones de dólares y da trabajo a 10.000 obreros y empleados.
Pierer ve igualmente con optimismo el desarrollo económico de Argentina, primera etapa del viaje de Kohl. En ese país Siemens construirá una fábrica para producir cables de fibras de vidrio, que también puede proveer al mercado brasileño.
De acuerdo con el estudio de ECON-Consult, las exportaciones alemanas a América Latina, que en 1995 totalizaron 12.498 millones de dólares, podrían ascender en breve lapso a 14.667 millones.
La mayoría de las 400 empresas alemanas consultadas, sobre todo pequeñas y medianas, aspiran a obtener beneficios principalmente en Brasil, Argentina, México y Chile, en los sectores de la tecnología medioambiental, las telecomunicaciones y la minería.
Sin embargo, las exportaciones a América Latina representan únicamente seis por ciento de las ventas globales alemanas, detrás Canadá y Europa del este (nueve por ciento), Estados Unidos (10), Lejano Oriente (15) y la Unión Europea (50 por ciento). (FIN/IPS/rdc/dg/if/96