El viaje de una semana que el jefe de gobierno de Alemania, Helmut Kohl, inicia este sábado a Argentina, Brasil y México, corona la serie de visitas realizadas este año por importantes políticos, industriales, parlamentarios y banqueros alemanes a América Latina.
Esta visita se realiza cuando los sistemas políticos y económicos de América Latina se encuentran en pleno proceso de modernización y progreso y la gran mayoría de sus países aparecen bajo una nueva luz positiva, de democracia y de una sorprendente recuperación económica, consideran fuentes informadas en Bonn.
El gobierno alemán considera que los gobernantes y los pueblos latinoamericanos han hecho cosas positivas en el último decenio.
Con pocas excepciones, América Latina ha dejado de ser titular de los medios de comunicación por hechos negativos.
Han desaparecido las dictaduras, crece su estabilidad política y económica, se percibe una firme voluntad de solucionar pacíficamente sus problemas fronterizos y de promover una real integración regional en el continente americano, explican estas fuentes.
El gobierno de Alemania quiere, entonces, contribuir a consolidar este desarrollo positivo, que se caracteriza, además, por una apertura y liberalización económicas. Ha presentado su nueva concepción latinoamericana (1995) y trata ahora de llevarla a la práctica.
La industria germanapia iniciativa con respecto a América Latina con el fin de concentrar sus esfuerzos de acercamiento, tal como lo hizo anteriormente con el continente asiático.
Los empresarios alemanes quieren participar en los procesos de privatización de empresas públicas en América Latina, por ejemplo en los sectores de telecomunicación o minería.
El primer ministro viaja acompañado de más de una docena de banqueros y ejecutivos de importantes consorcios alemanes, como Siemens, Volkswagen, Daimler Benz, Degusa, entre otros.
La "mediana industria germana debe invertir más en Latinoamérica", declaró a IPS el presidente de la Cámara Alemana de Industria y Comercio (DIHT), Hans Peter Stiehl.
Este empresario mediano, que desde 1973 es propietario de un establecimiento industrial en Brasil, considera que las condiciones marco han mejorado sensiblemente en Latinoamérica y por tanto las tecnologías alemanas disponen allí de grandes posibilidades.
Las inversiones directas alemanas en América Latina han tenido un fuerte desarrollo. En 1994 eran de 17.160 millones de dólares, y en Asia sólo ascendían ese año a 10.667 millones de dólares.
Latinoamérica vuelve a interesar política y económicamente a los alemanes, de la misma manera que hoy se reinterés de los países latinoamericanos por incrementar sus vínculos económicos y políticos con Alemania.
Este es el segundo viaje de Kohl a América Latina desde la reunificación alemana. El primero lo llevó a Chile y Brasil en 1991. En 1992 asistió a la Conferencia de Río de Janeiro organizada pro la ONU sobre ambiente.
En sus conversaciones con los presidentes de Argentina, Carlos Menem, y de Brasil, Fernando Henrique Cardoso, Kohl elogiará, según esas fuentes en Bonn, el éxito obtenido por la respectiva política de estabilización económica así como la ampliación del intercambio comercial mutuo.
En la tercera etapa de su periplo, México, el gobernante alemán se entrevistará con el presidente Ernesto Zedillo, a quien expresará el deseo de incrementar el intercambio comercial.
Ambos mandatarios pasarán revista a la cooperación cultural, científica y tecnológica así como a la relacionada con la defensa del medio ambiente y la lucha contra el narcotráfico.
Además coordinarán cuestiones vinculadas con a la política comercial del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC), incluido el embargo estadounidense a Cuba.
En Buenos Aires, el canciller alemán subrayará los esfuerzos hechos por Alemania en favor de la cooperación con el Mercado Común del Sur (Mercosur), formado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, al que ya se asoció en junio Chile y posiblemente lo haga Bolivia.
Aproximadamente un millón de argentinos son de ascendencia alemana, y en Brasil, unos 3 millones y medio de sus habitantes son también de ascendencia alemana, sobre todo en los Estados del sur.
Con el gobierno brasileño, Kohl estudiará igualmente la posibilidad de intensificar la cooperación en todos los terrenos, sobre todo en el programa destinado a proteger los bosques del país y la demarcación de los territorios de las comunidades indígenas.
Los tres países que ahora visita Kohl son los principales socios comerciales y al mismo tiempo los mayores destinatarios de las inversiones privadas de Alemania en América Latina, a pesar de que en 1994 las Islas Caimán desplazaron a Argentina del tercero al cuarto lugar como destino de las inversiones alemanas.
El intercambio comercial de Alemania con Argentina se cifró en 1995 en 2.000 millones de dólares, con Brasil en 8.000 y con México en 2.333 millones, al tiempo que las inversiones directas alemanas en estos países se situaban en 1.733 millones de dólares, 9.333 millones y 2.333 millones, respectivamente.
Argentina, Brasil y México tienen en conjunto una población de 298 millones de habitantes.
Previo a la visita de Kohl, visitó América Latina el presidente de Alemania, Roman Herzog, que en noviembre de 1995 fue a Brasil y en mayo pasado a Centroamérica y Venezuela.
El ministro alemán de Relaciones Exteriores, Klaus Kinkel, hizo una visita relámpago a México, Perú, Chile y Paraguay a finales de abril y comienzos de mayo.
Otro tanto hizo el ministro alemán de Cooperación Económica, Carl-Dieter Spranger, en los meses de marzo y abril de este año con los gobiernos de Perú y Bolivia. Poco antes, el ministro federal de Agricultura, Jochen Borchert, había visitado Argentina y Brasil. (FIN/IPS/rc/jc/ip/96