Expertos de Africa juzgan duramente los esfuerzos de desarrollo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en el continente, tras evaluar tres grandes iniciativas de la última década en el continente.
Una de ellas, la Nueva Agenda para el Desarrollo de Africa (NADAF), concitó la aprobación de países que esta semana se reunieron en la sede de la ONU para examinar los resultados de mediano plazo del programa.
Pero algunos diplomáticos y expertos no gubernamentales estiman que la NADAF y los esfuerzos de la ONU en general han hecho poco por las economías africanas.
Debido a la infeficiencia de la ONU en Africa y a la incapacidad de los gobiernos para hacer más que solicitar el alivio de la deuda y ayuda al desarrollo, "Africa adopta el papel de mendigo", dijo Opa Kapijimanga, del Foro Africano sobre Deuda y Desarrollo, una organización no gubernamental (ONG) con sede en Zimbabwe.
A medio camino de la iniciativa de NADAF, pocos creen que el organismo mundial haya cumplido sus objetivos para el desarrollo de las condiciones sociales y económicas de Africa.
"Desafortunadamente, la recuperación económica de Africa aún parece tentativa, incierta y limitada en términos del número de países y sectores afectados positivamente", dijo el embajador de India, Prakash Shah.
Aunque Shah celebró los datos de la ONU según los cuales el número de países africanos con un crecimiento económico negativo cayó el año pasado a tres, mientras una docena superaron índices de crecimiento de su producto interno bruto (PIB) de seis por ciento, "los resultados aún son magros en el contexto de caídas sostenidas desde comienzos de la década de 1980".
Uno de los principales problemas, señalan activistas, es que la ONU no logra hablar firmemente a favor de la necesidad de reducir la deuda de Africa, cuyo servicio cuesta actualmente alrededor de un quinto de los ahorros del continente.
Mientras, Victor Marrero, embajador de Estados Unidos, dijo esta semana que su país "ya brindó extenso alivio de la deuda para los países más pobres de Africa".
Washington perdonó más de 1.100 millones de dólares de deuda africana en los últimos tres años, y trabajó con el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI) para crear formas de reducir la deuda multilateral, señaló Marrero.
Pero, según el secretario general de la ONU, Boutros Boutros- Ghali, es necesario hacer más, y en su evaluación recomienda que se estimule a los bancos comerciales para que acepten mayores descuentos en programas para recomprar la deuda, mientras los acreedores del Club de París deben mejorar los términos de reducción de la deuda bilateral.
Mientras, ni la NADAF ni el Sistema Amplio de la Iniciativa Especial para Africa, lanzado en marzo, dan indicaciones claras sobre la forma de lograr el desarrollo de Africa, alega Mark Foss, de Partnership Africa Canadá, una ONG canadiense.
La Iniciativa Especial fue criticada este año por muchos gobiernos, los cuales se quejaron de la insuficiente coordinación con la NADAF. Ambos esfuerzos involucran la movilización de recursos para el desarrollo social y económico de Africa, y se orientan a los mismos sectores, como educación, salud e infraestructura.
La diferencia clave, según autoridades de la ONU, es que la Iniciativa Especial sera el "brazo operativo" de la NADAF, e involucrará asistencia del Banco Mundial para asignar 25.000 millones de dólares en la próxima década para proyectos de desarrolo en Africa.
Pero algunos embajadores de la ONU aún se preguntan cómo se combinarán ambos. "Es importante que, en lugar de tener programas paralelos, la iniciativa detalle formas y medios para la implementación de la NADAF", dijo Vijay Makhan, subsecretario general de la Organización de la Unidad Africana. (FIN/IPS/tra-en/fah/yjc/lp/dv-if/96