Grupos africanos que actúan en el exterior se muestran más optimistas ante la posibilidad de que los bancos suizos abran sus libros, desvelando el tradicional secreto que cubre a las riquezas atesoradas en sus bóvedas por corruptos dictadores del continente y sus funcionarios.
La perspectiva de que puedan ser devueltos a los respectivos países los capitales y tesoros saqueados en las últimas décadas se ve reforzada por los éxitos que hasta ahora han obtenido similares esfuerzos desarrollados por organizaciones judías y por el gobierno de Filipinas.
Los grupos judíos están empeñados en que los banqueros suizos ofrezcan información detallada de las riquezas dejadas bajo su custodia cuando los nazis perpetraron el genocidio de la judería europea durante la Segunda Guerra Mundial.
Filipinas, por su parte, quiere recuperar miles de millones de dólares robados por el ex dictador Ferdinando Marcos, su esposa y su entorno.
Las organizaciones africanas militantes tienen además el propósito de que los fondos y valores que puedan ser recuperados no se apliquen al pago de deudas internacionales de los países respectivos, sino que se destinen directamente a programas de alivio de las condiciones de pobreza.
"La deuda de muchos países es imposible de pagar, y ha dado lugar a situaciones en que los gobiernos gastan más en el pago de sus deudas que en salud y educación", comentó Ann Pettifor, coordinadora de la organización no gubernamental (ONG) llamada Debt Crisis Network.
"Creo que los fondos que pueda haber en Suiza, en caso de que sean confiscados, deberían ser usados para el desarrollo humano", añadió.
"He podido hablar con muchos africanos influyentes, como el ex presidente de Tanzania Julius Nyerere, y el economista Adebayo Adedeji, quienes están de acuerdo en que los capitales deben ser devueltos a los respectivos países y aplicados al desarrollo".
Pettifor reconoció que se tratará de una tarea hercúlea, en vista de que las autoridades suizas se muestran reticentes y tanto el Fondo Monetario Internacional como el Banco Mundial han evitado hasta ahora ejercer presión sobre los banqueros suizos.
El caso Marcos ilustra el tipo de dificultades que los países africanos pueden encontrar ante los bancos suizos. La gestión del gobierno filipino fue hecha oficialmente a fines de la década del 80, pero las instituciones demoraron varios años en reconocer la simple existencia del "dinero de Marcos".
A ello se agrega el problema de establecer exactamente cuánto es lo que Marcos sacó secretamente de Filipinas hacia Suiza, pues las estimaciones varían entre unos pocos cientos de millones de dólares y 10.000 millones de dólares en lingotes de oro y efectivo.
Las negociaciones actuales a tres bandas entre el gobierno filipino, las autoridades suizas y la familia Marcos han llegado a una estimación provisional de 475 millones de dólares.
"Los bancos han admitido que el dinero está allí, y nos hemos puesto de acuerdo en una cifra para poder trabajar, dijo Eduardo Maranan, agregado de prensa de la embajada de Filipinas en Londres.
"Ahora estamos en negociaciones con la familia Marcos y el gobierno suizo para llegar a un acuerdo, pero se interrumpen a cada rato. Puede llevar años, quién sabe…".
Millones de dólares en dinero, oro y otras pertenencias fueron depositados en bancos suizos por judíos europeos antes de que cayera sobre ellos la mano de los nazis durante el conflicto.
Y también fueron colocados en Suiza otros muchos millones por los propios nazis, que saquearon los hogares y empresas de los judíos en Alemania y en toda la Europa ocupada, pero pusieron su botín a resguardo en ese país neutral cuando vislumbraron la derrota.
Los bien organizados grupos de la comunidad judía han trabajado durante medio siglo en nombre de los sobrevivientes de las personas muertas en aquellos años después de haber sido despojadas.
Los grupos africanos sólo están en el principio de esa labor, y tendrán que esforzarse mucho para lograr igual progreso.
"Por supuesto, trabajaremos junto a las organizaciones que se ocupan de esto en Africa, e incluso llevaremos la cuestión al Parlamento Europeo", dijo Helen O'Connell, portavoz en Londres de la ONG llamada One World Action.
No obstante, O'Connell reconoció que será difícil encontrar en Africa un grupo de presión que haga esfuerzos comparables a los que desarrolla la comunidad judía.
"Nos preocupa que esta reivindicación pueda ser utilizada en Occidente como excusa para no tomar medidas de alivio de la deuda, que es uno de los temas más importantes para los países pobres de Africa", dijo Kevin Watkins, asesor de Oxfam, la ONG británica dedicada a ayudas de emergencia.
Debt Crisis Network apoya una campaña dirigida por el grupo de presión Transparencia Internacional para conseguir que Gran Bretaña apruebe una ley que permita enjuiciar a los británicos sorprendidos sobornando a funcionarios de otros países, como han hecho los legisladores de Estados Unidos. (FIN/IPS/tra-en/ljs/rj/arl/ip/96