Las manifestaciones que convocan a miles de empleados del Estado en Zimbabwe provocan reminiscencias de las protestas que solían ser comunes durante la era del apartheid en Sudáfrica.
Miles de empleados públicos en todo el país demandan "un salario digno" mediante una huelga ilegal, ya que las funciones de los servicios públicos son considerados esenciales. La medida es la primera de ese tipo en el sector desde la independencia, en 1980.
A excepción de unos pocos departamentos, la huelga paralizó la totalidad del servicio civil. Los hospitales del gobierno continúan operando en base a personal de emergencia y han debido recurrir al ejército, la Cruz Roja y consultores.
Este jueves los funcionarios se reunieron a pocos metros del edificio del parlamento de Zimbabwe y a unos 400 metros de las oficinas del presidente, Robert Mugabe.
Los empleados del Estado protestan contra el aumento salarial de 10 por ciento dispuesto por la Comisión de Servicios Públicos, argumentando que está muy por debajo del índice de inflación, el cual se estima en 23 por ciento. Los trabajadores reclaman un incremento de 60 por ciento.
La huelga nacional comenzó el lunes, un día después que los funcionarios públicos recibieran sus salarios. Enfermeras y personal de hospitales lideraron la protesta, tras haber recibido aumentos de no más de 10 por ciento. Otros empleados públicos se les unieron el martes.
La protesta fue considerada una "traición" por el gobierno, el cual decidió en 1995 que los empleados del Estado recibirían un aumento salarial de 60 por ciento a ser entregado en tres años.
El martes, la ministra de Servicio Público, Trabajo y Bienestar Social, Florence Chitauro, amenazó con despedir a los huelguistas si no regresaban a su trabajo, pero los empleados mantuvieron su posición.
Este jueves John Makoni, secretario ejecutivo de la coalición PSA que convocó la huelga, urgió a los funcionarios públicos a no retomar sus funciones si el gobierno no accedía a sus demandas.
Los manifestantes prometieron mantener la huelga hasta que el ministro de Finanzas, Herbert Murerwa, regrese de una gira en el exterior, dentro de nueve días.
El cuerpo de policía antimotines, notorio por su dureza contra manifestantes en este país de Africa Austral, estuvo ausente mientras los manifestantes se volcaron a las calles de Harare a partir del martes.
Este año ha visto varias huelgas y manifestaciones de trabajadores por reclamos salariales.
Mientras la familia promedio necesita unos 190 dólares estadounidenses para satisfacer sus necesidades básicas, alrededor de 80 por ciento de los 1,5 millones de trabajadores con un empleo formal ganan menos de 112 dólares mensuales, según el Consejo de Consumidores de Zimbabwe. (FIN/IPS/lm/pr/kb/lp/lb/96