ZAIRE: Floreciente mercado de armas alimenta conflictos vecinos

La región que rodea a la ciudad de Goma, en el este de Zaire, se destaca entre los nuevos mercados para el comercio internacional de armas. En ella se encuentran 850.000 refugiados de la guerra civil que asoló Ruanda en 1994, la mayoría de ellos de la etnia hutu.

Los habitantes de la región ya no se asombran al enterarse de cada avión que deja en el aeropuerto de N'Djile un cargamento de armas, como ocurrió en junio cuando se estrelló en ese lugar un aparato de cargas ruso después de haber entregado un embarque de armamento de Europa oriental a un comerciante local.

"Yo estaba en el aeropuerto y lo ví aterrizar", dijo un piloto extranjero que trabaja para una compañía zaireña de transporte de cargas. "Entró en el hangar militar, dejó las armas y se fue de inmediato, pero en esa operación se estrelló".

"Ese cargamento, en particular, vino de Bulgaria y fue destinado a Luzamba, en Angola, pero las armas llegan acá a cada momento, y van para cualquier parte", añadió.

Luzamba es una localidad ubicada en el territorio angoleño que aún controlan las fuerzas de la Unión Nacional para la Independencia Total de Angola (UNITA), en el nordeste de Angola, pese a que su acción rebelde habría terminado formalmente.

Durante años, las armas han llegado a esa zona para abastecer a UNITA, que las paga con la aparentemente inagotable producción de diamantes de esa tierra.

UNITA, sin embargo, no es sino una parte de esta historia, pues Zaire se ha convertido en un sueño para los traficantes de armas. Con la complicidad de funcionarios civiles y militares corruptos, los comerciantes trasiegan el armamento a través del país, haciéndolo llegar a los numerosos conflictos de la región.

El desenlace de la crisis de Ruanda inundó a Zaire, en 1994, de refugiados hutu que no se animan a volver a su país, ahora gobernado por los tutsis. Pero el gobierno zaireño está ansioso por librarse de su presencia.

Desde 1995, viene creciendo un conflicto en el distrito de Masisi, al norte de Goma, pues los hutus locales y los hutus extremistas ruandeses, alojados en los campos de refugio, se proponen crear una patria propia, una "hutulandia", según informaron funcionarios y cooperantes humanitarios.

En respuesta a este intento, diversos grupos étnicos zaireños, como los hunde, han combatido a los hutus y a los pocos tutsis que aún se encuentran en el área. Muchos de los militares de este país tienen la voluntad declarada de arrojar a los hutus y a los tutsis de regreso a Ruanda.

El creciente ingreso de armas a esa zona no hace sino alimentar la lucha. El grupo humanitarista Human Rights Watch ha documentado el tráfico de armamento a través del aeropuerto de Goma.

Los funcionarios asistenciales presentes en Goma señalaron la existencia de un gran mercado al aire libre en la aldea de Tonga, que está ubicada a sólo siete kilómetros hacia el oeste del campo de refugio de Katale, donde se alojan 225.000 personas.

Los principales compradores del armamento son los extremistas hutu, entre los que se cuenta la milicia "Interahamwe", acusada de haber realizado muchas de las matanzas de tutsis y hutus moderados durante el genocidio de 1994 en Ruanda.

Una comisión investigadora de la Organización de las Naciones Unidas reveló recientemente la existencia de pruebas de que Zaire tiene mucho que ver en el envío de armas a los soldados del antiguo ejército de Ruanda que habitan los campos cerca de Goma.

En un durísimo informe de 1995, el Proyecto Armas de Human Rights Watch, que tiene sede en Nueva York, acusó a Francia, Zaire y Sudáfrica de ayudar activamente "a los que perpetraron el genocidio de Ruanda… mediante el uso combinado de embarques directos de armas, apoyos indirectos a esos embarques y otras formas de asistencia militar, incluido el entrenamiento".

La organización humanitarista afirmó que se encuentran en los campos de refugio unos 50.000 miembros del antiguo ejército ruandés, los cuales tienen fuentes propias de financiación en los activos sacados de Ruanda cuando el gobierno de mayoría hutu huyó del país a mediados de 1994, que les sirven para comprar armas.

Según funcionarios consultados en Goma, las armas son llevadas también a extremistas hutu dentro de Ruanda, y lo que quizá sea más importante, a rebeldes hutu que operan dentro de Burundi, donde la mayoría hutu se haya comprometida en un conflicto cada vez más explosivo con el ejército controlado por los tutsis.

También se especula con que el oscuro movimiento rebelde de Uganda, llamado Ejército de Resistencia de Dios, y los rebeldes cristianos del sur de Sudán, en guerra contra el norte musulmán, sean clientes del tráfico de armas a través de Zaire. (FIN/IPS/tra-en/jf/kb/arl/ip/96

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