La solución al menos temporal al conflicto entre Yemen y Eritrea por las islas Hanish no ha despejado las interrogantes sobre la causa de la intensidad de la disputa.
Las islas, carentes de agua y sin poblar, se ubican a unas 100 millas náuticas en la entrada sur al mar Rojo.
Entre las señales de la resolución de la crisis se cuenta el anuncio de la vocera de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) Sylvana Foa, quien este miércoles anunció el retiro de Eritrea de la isla Hanish Menor, poniendo fin al enfrentamiento desatado con la ocupación del disputado territorio.
El enviado de la ONU Lansana Kouyate dijo estar satisfecho con la resolución de la crisis, y funcionarios del organismo internacional indicaron que el secretario general, Boutros Boutros- Ghali, pronto divulgará un informe sobre el tema.
Mientras, autoridades yemenitas en Nueva York aprobaron el fin de la "agresión de Eritrea".
Durante todo este año Francia ha trabajado para negociar una solución pacífica a la disputa. Los esfuerzos recibieron nuevos ímpetus con la ocupación de la isla de Hanish Menor (Hanish as- Saghir, en árabe) por fuerzas eritreas a comienzos de agosto.
En noviembre del año pasado, tropas eritreas aterrizaron en la isla princial, Hanish Mayor (Hanish al-Kabir).
Martin Pratt, de la Unidad de Investigación sobre Límites Internacionales (IBRU), de la Universidad de Durham, en Gran Bretaña, que ha seguido de cerca la disputa, señaló que hay informes de que el petróleo estaría provocando la crisis.
No obstante, aunque "ambos tienen concesiones petroleras que se superponen, sólo se superponen en el medio de la Hanish Mayor. De modo que la concesiones no parecen tener en cuenta su reclamo de soberanía sobre la Hanish Mayor", sostuvo Pratt.
No se ha encontrado petróleo en las aguas sureñas del Mar Rojo. Egipto encontró una veta en el norte, mientras Yemen lo extrajo hace una década a distancia considerable de su costa.
Nadie está totalmente seguro de lo sucedido en la isla ocupada. Una serie de informes originados en fuentes diplomáticas de ambas partes indican que una pequeña fuerza de tropas de Eritrea, posiblemente de menos de 50 efectivos, desembarcó en la Hanish Menor el 10 de agosto, y pese a promesas de retiro, el 21 de ese mes aún no se había retirado.
"Las islas no están pobladas y no hay agua en ellas", dijo Pratt, y añadió que no hay testigos independientes para verificar las acusaciones y contraacusaciones.
El gobierno de Yemen acusó a Eritrea de realizar actividades militares ilegales. El 18 de agosto, el vicepresidente yemenita, Abd Rabu Mansour Hadi, dijo que aunque Yemen se había involucrado en esfuerzos políticos para resolver la disputa, "nos reservamos el derecho a defender la soberanía de nuestro país y nuestra tierra".
Francia se ofreció para mediar en la disputa el 6 de enero, y con la aprobación de la ONU el ex canciller francés Frances Gutman persuadió a ambos países a adoptar una Declaración de Principios el 21 de mayo, sobre la resolución pacífica y la mediación internacional.
Se sobreentendía que ninguna de las partes se embarcaría en actividades militares. A comienzos de este mes, el secretario general de la ONU, Boutros Boutros-Ghali, envió misivas a Sanaa y Asmara, las dos capitales involucradas, para instarlas a la contención.
El subsecretario general de la ONU, Ismet Kittani, mantuvo entre el 12 y 14 de agosto una serie de reuniones con representantes de ambos países y Francia, mientras Boutros-Ghali declaró su apoyo especial a los esfuerzos de Gutman.
No queda claro por qué Eritrea recurrió a la acción militar, aunque hubo sugerencias de que el gobierno está menos que satisfecho con la diplomacia francesa.
La disputa planteó preocupaciones en la región. Informes de prensa árabes se centraron en el hecho de que tanto Eritrea como Yemen se encuentran entre los países más pobres del mundo, alegando que deberían concentrarse en mejorar las condiciones de vida en una pacífica coexistencia con sus vecinos.
Irónicamente, cuando Eritrea luchaba por la independencia de Etiopía, logró considerable ayuda militar, política y financiera de los países árabes, incluyendo Yemen.
Normalmente se hubiera esperado que la Liga Arabe considerase a Eritrea como miembro potencial, abriendo el camino para que el país del Mar Rojo asegurara algo de ayuda al desarrollo en una era de poca disponibilidad, pero esto parece ahora poco probable.
El origen de la disputa se remonta a tiempos coloniales. Italia y Gran Bretaña estuvieron presentes en el mar Rojo. Los italianos mantuvieron un faro en las islas, y analistas señalan esto como posible lazo con Eritrea, gobernada por Italia en tiempos coloniales.
Pero los acuerdos internacionales en 1938 y 1962 reconocieron explícitamente que la sobernía sobre las islas Hanish Mayor y Menor era disputada. El vecino territorio de Zuqar ha estado, durante muchas décadas, bajo control yemenita.
Parece no haber defensa del reclamo de Eritrea sobre la isla, aunque, en términos geográficos, forma parte del mismo archipiélago y las islas Hanish. En efecto, la Hanish Menor está más cerca de Zuqar que de la Hanish Mayor. (FIN/IPS/tra-en/jmr/fn/lp/ip/96