Una planta que producirá 120.000 toneladas anuales de resinas, con destino al mercado doméstico y andino, será el primer proyecto financiado en Venezuela con pequeñas capitalizaciones a través del Fondo de Inversiones Petroleras.
Pequiven, la filial petroquímica del grupo estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA), firmó con un consorcio formado por Technipetrol (Italia) y Jantesa (Venezuela), un contrato para la construcción de la nueva planta de PVC (policloruro de vinilo) en su complejo de El Tablazo, occidente venezolano.
El proyecto requerirá unos 120 millones de dólares de inversión, de los cuales Pequiven aportará 48 por ciento y el resto, unos 64 millones de dólares, se obtendrán del nuevo Fondo.
Fuentes de la industria dijeron que el Fondo emitirá papeles de inversión de bajo precio, posiblemente de unos 200 dólares cada uno, y los colocará a través del sistema bancario para facilitar su compra por ahorristas e inversionistas del país.
La creación del Fondo requería un marco legal. La semana pasada el parlamento aprobó la "ley de entidades de inversión colectiva", que permitirá constituirlo bajo el paraguas de PDVSA.
Luis Giusti, presidente de PDVSA, dijo que con el Fondo "el ciudadano común, por primera vez en nuestra historia, podrá invertir en los proyectos del sector petrolero".
Desde su nacionalización en 1976, la industria petrolera fue un monopolio estatal, aunque PDVSA se asoció desde 1983 en complejos refineros y distribuidores en el exterior.
En 1991 se entregaron campos marginales, que ya producen 58.000 barriles diarios, a operadores privados, y en 1993 avanzó una asociación con trasnacionales para extraer gas costa-fuera bajo aguas del Caribe y producir 4,4 millones de toneladas anuales de gas licuado.
Luego se produjeron asociaciones con trasnacionales para extraer crudos pesados en la sudoriental Faja del Orinoco y "madurarlos" como petróleos livianos o medianos.
Este año, ocho campos que pueden contener 7.000 millones de barriles de crudos livianos y medianos, a gran profundidad, fueron entregados tras una subasta a consorcios integrados por un total de 13 compañías, de las cuales sólo una local.
PDVSA mantiene planes para abrir más puertas a capitales privados en la industria petroquímica, permitiendo inversiones directas y sin el requisito de asociarse a Pequiven, y en el manejo y distribución de hidrocarburos en Venezuela.
En esa "segunda fase" de la apertura petrolera se inscribe la creación del Fondo, para llevar ahorro interno al financiamiento de proyectos petroleros y petroquímicos.
Según los planificadores de PDVSA, el nuevo Fondo podría captar unos 3.000 millones de dólares en 10 años, un período en que la expansión de sus negocios requeriría 55.000 millones de dólares en inversiones.
La nueva planta de PVC tendría rentabilidad asegurada por la creciente demanda de las resinas que producirá, especialmente en el mercado local, el andino, el caribeño y el norte de Brasil. Con esa resina se fabrican cables, tuberías, revestimientos de medicinas, botellas y otros plásticos. (FIN/IPS/hm/dg/if/96