El presidente de Venezuela, Rafael Caldera, viajó hoy a República Dominicana para asistir a la investidura, este viernes, del joven centrista Leonel Fernández como nuevo presidente de esa nación caribeña.
Caldera, de 80 años, se encontrará antes de la transmisión de mando con su par dominicano Joaquín Balaguer, de 89, quien al retirarse deja al venezolano como el gobernante de mayor edad en la región.
Este viaje de Caldera contrasta con su ausencia en Quito el día 10, cuando asumió el presidente de Ecuador, Abdalá Bucaram, jefe de un estado socio de Venezuela desde hace 23 años en el bloque andino, que también reúne a Bolivia, Colombia y Perú.
A las investiduras de los presidentes de Colombia y Perú correspondientes a su mandato sí asistió Caldera. Acudió a la de Ernesto Samper en Bogotá, en agosto de 1994, y a la inauguración del segundo mandato de Alberto Fujimori, en Lima, en julio de 1995.
El mandatario estuvo ausente en los estrenos presidenciales que, desde que asumió el poder en febrero de 1994, se han dado en Argentina, Brasil, Chile, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Haití, México, Paraguay y Uruguay.
Acudió en cambio en septiembre de 1995 a la asunción como presidente de Panamá de Ernesto Pérez Balladares, quien coincidentemente es el otro jefe de Estado extranjero presente en el relevo de Balaguer por Fernández.
La elección de Santo Domingo para remarcar la política internacional de Venezuela es una incógnita, pues Caldera ha dosificado en extremo sus viajes al exterior, por contraste con su predecesor, rival histórico y practicante de la diplomacia directa, el socialdemócrata Carlos Andrés Pérez.
Precisamente un socialdemócrata, José Francisco Peña Gómez, del Partido Revolucionario Dominicano, fue batido por Fernández en una cerrada segunda vuelta electoral, el 30 de junio, gracias al apoyo que su Partido de la Liberación Dominicana recibió del Partido Reformista Social Cristiano de Balaguer.
Fernández, de 44 años, no sólo debe su triunfo al respaldo de Balaguer, sino que necesitará del apoyo parlamentario del balaguerismo, porque su propia organización sólo tiene uno de los 30 senadores y 12 de los 120 diputados dominicanos.
El partido de Balaguer tiene en cambio 15 senadores y 47 diputados, el de Peña Gómez 10 senadores y 47 diputados, y el resto son independientes simpatizantes de las principales organizaciones.
Además, los partidos de Peña Gómez y Balaguer se repartieron hace una semana las directivas del parlamento, del Consejo de la Magistratura, que designa a los jueces, y estudian una reforma constitucional que puede limitar aún más a Fernández.
La visita de Caldera también influye sobre el juego de tendencias de la Internacional Demócrata Cristiana, pues el mandatario venezolano fue uno de los principales líderes e ideólogos de esa corriente, que a comienzos de los años 80 reclutó al partido de Balaguer.
Sin embargo, en 1993 Caldera rompió con el partido socialcristiano de Venezuela (Copei), que fundó hace medio siglo, y como candidato independiente suprapartidista tejió una abigarrada coalición con la cual ganó las elecciones de ese año.
También la visita continúa el apoyo que Caldera ha dado a República Dominicana frente a su vecino francófono Haití, cada vez que han sido divergentes las posiciones entre esos países que comparten la isla caribeña La Española.
Caldera, según el programa oficial, asistirá a la investidura y sus entrevistas se limitarán a las que sostendrá con Balaguer y Fernández. (FIN/IPS/hm/ag/ip/96
