Los casos de dengue están nuevamente en aumento en Trinidad y Tobago, tres años después de una intensa campaña de erradicación de la enfermedad, y dos personas murieron durante el último mes, desde que las autoridades dieran el alerta por el nuevo brote.
Durante los seis primeros meses de este año, el centro de epidemiología del Caribe confirmó 106 casos de fiebre de dengue en Trinidad y Tobago. El mayor número de casos se registró en 1993, cuando 3.060 personas fueron diagnosticadas con la fiebre.
El año pasado, varios países del Caribe y América Latina alertaron a la población sobre el dengue, y algunos Estados informaron que el brote había alcanzado proporciones epidémicas.
Autoridades de salud pública se embarcaron en proyectos de limpieza en las comunidades, y en la pulverización del aire y el suelo, en un intento por eliminar las áreas de reproducción de los mosquitos transmisores de la enfermedad.
Tras el brote de 1993, se inició una intensa campaña educativa y de profilaxis en las comunidades infectadas con el mosquito aedes aegypti, transmisor de la enfermedad.
Pero con el comienzo de la estación lluviosa y la reducción de las actividades de educación para la salud, las autoridades informaron sobre un aumento de los casos de dengue. Las áreas indundables en el centro y el sur de Trinidad y Tobago son las más afectadas.
Krishna Kumar, autoridad médica para el sur de Trinidad, confirmó un aumento en el número de casos, pese a la pulverización y otras medidas tomadas en las áreas afectadas.
"Hemos diagnosticado muchos casos, y estamos intensficando el programa de pulverización y manteniendo una lista de nombres y direcciones de los afectados por la enfermedad", añadió.
Una reciente encuesta realizada en Trinidad reveló que, aunque la mayoría de las personas reconocen el dengue como una enfermedad seria y a veces fatal, desconocen sus síntomas.
El dengue es una enfermedad febril, epidémica y contagiosa, que se manifiesta por severos dolores de cabeza, dolores musculares y en los miembros y, a veces, erupciones cutáneas.
David Morales recuerda cómo vio a su esposa, de 31 años, dejar de ser activa y alegre y perder sus fuerzas. La joven comenzó a quejarse de los síntomas siete días antes de morir víctima del dengue.
Morales dijo que no tenía idea sobre en qué momento su esposa comenzó a sufrir la enfermedad, y que esta podía ser fatal. "Todo lo que sabía era que tenía una gripe común, después comenzó a vomitar y a sentirse peor, entonces murió".
Este último brote está forzando a las autoridades de la salud a reevaluar su enfoque.
"La presente situación es instructiva. Dedicamos muchos años a realizar programas técnicos sobre control de vectores, pero el éxito ha sido efímero", admitió el ministro de Salud, Hamza Rafeeq.
Mientras, autoridades de la salud esperan que una combinación de acciones públicas y el fin de la estación lluviosa detengan el avance del dengue en el país. (FIN/IPS/tra-en/dt/jc/lp/he/96