Los esfuerzos para estabilizar la situación política en Suriname después de las elecciones que en mayo dejaron al país sin una clara mayoría parlamentaria, parecen desvanecerse en el aire junto al humo del fuego que destruyó al edificio del mismo Parlamento.
Los funcionarios consultados en Paramaribo no tienen muchas dudas de que el incendio que este jueves redujo a cenizas la sede del Parlamento fue un acto intencional destinado a interrumpir el proceso de estabilización.
Las elecciones celebradas en mayo no arrojaron un claro ganador, quedándose provisionalmente este país sudamericano, de 400.000 habitantes, sin un gobierno efectivo.
La coalición de cuatro partidos Frente Nuevo, que gobernó desde 1991 hasta las elecciones de este año, se quedó apenas por debajo de los 26 escaños necesarios para formar gobierno, y le faltaron 10 para que su candidato pudiera ser elegido Presidente por la Asamblea Nacional.
Desde el 23 de mayo, por lo tanto, Suriname ha tenido sólo un gobierno "en funciones" a cargo del mismo Frente Nuevo, pero el gabinete no ha podido tomar decisiones importantes y legalmente vinculantes, basadas en un acuerdo preelectoral.
Después del incendio de este jueves, la gente se pregunta si se detendrá el proceso de formación del nuevo gobierno.
El ministro interino de Asuntos Exteriores, Subhas Mungra, lloró ante las cámaras de la televisión este jueves, lamentando la pérdida de un acervo documental que muchos han calificado de irrecuperable.
También sufrieron daños los edificios del ministerio de Mungra, y del Ministerio de Justicia, ya que la construcción que alojaba al Parlamento también era sede de departamentos del gobierno.
Pese a este contratiempo, el presidente de la Asamblea Nacional, Dag Lachmon, prometió que se cumplirán como estaba previsto las sesiones especiales del 7 y 8 de agosto para elegir a los dos más altos cargos políticos, el Presidente y el primer ministro.
"El incendio es un acontecimiento muy serio, y están en custodia dos de los guardias de la Asamblea, para ser interrogados", declaró el historiador Eugene Gessel, quien es considerado entre los comentaristas más imparciales del país.
Desde que alcanzó la independencia de Holanda en 1975, Suriname ha tenido una serie de problemas políticos, incluyendo dos golpes de Estado en 10 años y una insurrección guerrillera. No obstante, el los últimos años hizo esfuerzos de recuperación e ingresó a la Comunidad del Caribe, de 14 países de esa región. (FIN/IPS/tra-en/bw/cb/arl/ip/96