Los gay en Sudan expresaron serios temores que el parlamento de su país introduzca una nueva ley que convierta la homosexualidad en un acto criminal punible con la muerte.
Un homosexual identificado como Hamtad (no es su verdadero nombre) declaró a IPS que el parlamento sudanés podría introducir la nueva ley en las próximas semanas.
"Hemos visto el borrador de la nueva legislación penal que tambien recomienda que cualquier gay o lesbiana sea despedido del trabajo y no pueda ser empleado", dijo. "Personalmente, creo que será aprobada por los legisladores (la mayoría de los cuales es islamita) sin ninguna objeción".
"Durante 40 años, desde la independencia, nuestros derechos humanos han sido negados", lamentó Hamtad. "¿Acaso no es un derecho de cada ser humano en esta tierra elegir su propia orientación sexual?".
Debido a que Sudán es un país mayoritariamente islámico resulta difícil protestar contra el proyecto de ley porque incluso bajo los principios islamitas, conocidos como Sharia, la homosexualidad es punible con la lapidación a muerte o linchamiento público.
Algunos miembros de la Asamblea Nacional, consultados por IPS, declinaron comentar el proyecto de ley, mientras otros dijeron ignorar que existiera semejante propuesta.
No obstante, Deiw Matak, un parlamentario del sur de Sudán, donde hay mayoría cristiana, declaró que apoya la pena de muerte para gay y lesbianas, si bien esa medida no fue propuesta aún a la legislatura.
Cualquier discusión sobre homosexuales y sus derechos está fuera de cuestión en la asamblea, apuntó Matak. "¿Quién puede atreverse a discutir los derechos de gay y lesbianas? Es absurdo, especialmente para mí que vengo de la Iglesia Católica".
"Seré la primera persona en este recinto que recomiende la pena de muerte para esa gente", aseguró Matak. "Son criminales y deben ser colgados o puestos en la hoguera. Dios creó al hombre para que viva con una mujer… ¿Acaso (homosexualidad) no es un pecado?".
Hamtad lamentó que mucha gente tenga actitudes discriminatorias hacia los homosexuales. "A largo plazo nuestros derechos serán reconocidos por las mismas personas que ahora nos atacan. Es cuestión de luchar o morir por esos derechos", dijo.
Señaló que los políticos no tuvieron en cuenta si los electores eran gay o lesbianas en el momento de recolectar votos en los comicios parlamentarios de marzo último. En su opinión "robaron" los sufragios de los homosexuales porque la denunciada ley punitiva no figuró en su campaña proselitista.
Una mujer que admitió ser lesbiana y pidió no ser identificada dijo que los gay en Sudán apenas tienen espacio para "respirar".
"Hablar de derechos de gay o lesbianas es ilegal. No se nos permite expresar nuestra sexualidad, en parte porque se lo considera una cultura foránea y tambien porque vivimos en una sociedad dominada por islamitas y católicos que no permiten a la gente vivir como quiere", dijo la mujer.
"La pena de muerte para gay y lesbianas ha figurado en el libro de las leyes islámicas durante siglos, dado que las enseñanzas del Profeta (Mahoma) enfatizan que es un deber del estado islámico eliminar la sodomía y aquellos que son culpables deben ser castigados con la muerte", apuntó la mujer.
Señaló que se había hecho lesbiana "para protegerse del síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida)".
Sin embargo, docentes islamitas difieren acerca de cómo debe ser manejada la cuestión de la homosexualidad.
La Escuela Hannafi, una secta islamita, cree que el hombre que comete sodomía debe ser corregido antes de la punición.
No obstante, según la Escuela Tazir de Ley Islámica, la cual es usada en Sudán, el castigo la primera vez debe consistir en 100 azotes, cinco años de cárcel y una multa a determinar por el juez.
Si el acto se repite, entonces ambas parte deben recibir 100 azotes cada uno y cumplir 10 años de prisión. En caso de incurrir una tercera vez, se debe imponer la pena de muerte o cadena perpetua y no hay derecho de apelación.
Según el abogado sudanés Majok Dau Kuot, la pena de muerte por homosexualidad ha figurado en el código penal del país desde 1991.
Confirmó que el parlamento pretende agregar una ley que permita despedir a gay y lebianas de sus empleos, en especial en los ministerios de Educación y Asistensia Social, la policía, fuerzas armadas y asambleas estatales.
Majok dijo que tambien existe una iniciativa para negar el derecho al voto a los gay y dar a los parlamentarios el poder de expulsar a cualquier miembro de la asamblea sospechoso de ser homosexual.
El abogado, que es un cristiano del sur y un especialista en Sharia en la Universidad de El Nilien, admitió que es una violación de derechos humanos discriminar a gente por su orientación sexual.
No obstante, Sudán debe recorrer todavía un largo camino antes que esos derechos sean reconocidos, expresó, agregando que la homosexualidad seguía siendo una actividad clandestina en el país debido a la severidad de sus leyes penales y religiosas. (FIN/IPS/tra-en/nb/pm/kb/ego/hd-cr).
= 08211552 DAP010