SOMALIA: ONU dispuesta a intentar nueva intervención

La Organización de Naciones Unidas (ONU) se declaró dispuesta a intentar nuevamente la pacificación de Somalia, un país arrasado por la guerra entre facciones y clanes en que los cascos azules vivieron una de sus peores experiencias.

La ONU (Organización de Naciones Unidas) "está lista para ayudar al pueblo de Somalia, si se le pide, para lograr la reconciliación nacional", aseguró Sylvana Foa, portavoz del foro mundial.

El ofrecimiento fue lanzado después de la muerte, la semana última, del señor de la guerra Mohamed Farah Aidid, uno de los mayores enemigos políticos de la ONU, a la que desafió abiertamente hace cuatro años.

Los cascos azules de la ONU desembarcaron en mayo de 1992 en Somalia con el propósito de poner fin a la lucha de facciones y, enfrentados con los milicianos, tuvieron 136 muertos y 423 heridos.

Así mismo, 17 soldados estadounidenses cayeron en Mogadiscio cuando servían en una misión humanitaria finalizada en marzo de 1994. También murieron numerosos efectivos somalíes.

Dado que Somalia carecía de gobierno legítimo, el Consejo de Seguridad invocó entonces el capítulo cuarto de la carta del foro internacional, que en ese caso lo faculta a intervenir sin el consenso del país afectado.

El hijo de Aidid, Hussein Mohamed Aidid, de 31 años y ex reservista de la infantería de marina de Estados Unidos, fue designado para suceder a su padre, quien se había autoproclamado presidente del país.

"Esperamos que el pueblo somalí, que mucho ha sufrido en los últimos cinco años, conceda esta vez una oportunidad a la paz y trabaje unido para acabar con el conflicto", manifestó Foa.

El secretario general de la ONU, Boutros Boutros-Ghali, sigue atentamente los hechos en Somalia desde la muerte de Aidid, debida aparentemente a un disparo.

El secretario general asistente Lansana Kouyate se comunicó telefónicamente con varios líderes somalíes en procura de hallar soluciones a la crisis del país.

El conflicto tiene participación de dos enemigos de Aidid: Alí Mahdi Mohamed y Osman Hassan Ato, que pidieron el cese del fuego después de la muerte del autoproclamado presidente.

La ONU ofreció su intervención para mediar entre las facciones y contribuir a la reconstrucción del devastado país.

La lucha por el poder comenzó a la caída en enero de 1991 del dictador Siad Barre. Aidid se levantó en armas contra el gobierno provisorio que presidía Mahdi y el resultado fue el estallido de la guerra entre las dos facciones.

A los combates se sumaron la sequía y el hambre, que se cobraron la vida de más de 350.000 personas. (FIN/IPS/tra- en/td/yjc/ff/ip/96

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