Una situación "tensa y peligrosa" se vive en nueve centrales nucleares de Rusia, cuyo funcionamiento y seguridad están amenazado por problemas financieros, advirtieron dirigentes sindicales.
Las operaciones de mantenimiento de las centrales se han complicado por la acumulación de salarios atrasados y el consiguiente malestar de los trabajadores, destacó Vladimir Startsev, líder del sindicato de obreros de la industria nuclear.
Startsev transmitió su alarma al primer ministro Viktor Chernomyrdin y al secretario del Consejo de Seguridad Nacional, Aleksandr Lebed. Según dijo, la seguridad de las plantas nucleares está afectada.
YES Rossii, la empresa responsable del sistema unificado de transmisión de energía eléctrica, debe unos 930 millones de dólares a la central nuclear de Rosenergoatom, que no puede financiar entonces obras de reparación de sus instalaciones.
Las centrales nucleares generaron electricidad por 710 millones de dólares en la primera mitad de este año, pero sus clientes sólo pagaron la mitad, afirmó Startsev.
La situación se agrava a causa de la movilización sindical. Trabajadores de la planta nuclear de Leningrado fueron a la huelga para reclamar el pago de salarios atrasados desde abril.
La huelga fue dispuesta el 24 de junio y suspendida el 28 de julio, tras la renuncia del director de la central, Anatoli Yeperin, pero se reanudó la última semana.
Los funcionarios que reemplazaron a Yeperin anunciaron para el día 9 el pago de los salarios adeudados y un plan para resolver la crisis financiera de la empresa, aunque no cumplieron plenamente el programa.
Aleksandr Barantsov, dirigente sindical de la central, aclaró no obstante que la compañía y la administración de la región de Leningrado han satisfecho algunas de demandas de los huelguistas.
El ministro de Energía Atómica, Viktor Mikhailov, prometió que la suma adeudada de los trabajadores de la industria nuclear, , calculada en 18 millones de dólares, será cancelado a fin de este mes. La semana última, las autoridades pagaron los sueldos de mayo.
La tensión cedió en la planta de Kursk al abonarse parte de los salarios de abril y mayo y de la paga por vacaciones, informó Startsev. Los obreros de Kursk habían realizado una huelga de hambre, difundido manifiestos de protesta y amenazaban con ocupar la central.
Mientras, la central de Kola, en el extremo norte, podría ser clausurada este mes debido a las deudas que mantiene ante ella la empresa Karelenergo, distribuidora de electricidad en la república rusa de Karelia.
Gosatomnadzor (GAN), el servicio de inspección nuclear, destacó que la mora de los consumidores de electridad pone en riesgo la seguridad de las centrales.
La falta de ingresos "impide las operaciones de mantenimiento y reparación", necesarias para eliminar todo peligro de fuga de radiactividad, advirtió el presidente de GAN, Yuriy Vishnevskiy.
Las autoridades están dispuestas a quitar del servicio a cualquier central en caso de "irregular descenso del nivel de seguridad" e incluso de huelgas, dijo Vishnevskiy.
Mientras, el Ministerio de Energía Atómica anunció la construcción de una central nuclear en el Territorio Marítimo, localizado en el extremo oriental de la Federación Rusa, para enfrentar la recurrente escasez de energía en la región.
El proyecto ya ha sido presentado al examen del GAN, informó el viceministro de Energía Atómica, Lev Ryabev. La planta será equipada con un reactor de agua a presión diseñado por las empresas Gidropress y Atomenergoproekt, que tuvieron apoyo del Instituto Kurchatov, de Moscú.
Siemens, de Alemania, suministrará instrumentos y sistemas de control para la prevista central, cuya construcción comenzará en 1998.
Grupos ambientalistas se oponen al proyecto, basados en omisiones en que habrían incurrido los responsables del estudio de factibilidad.
Un grupo de expertos designado en julio de 1995 por organizaciones ecologistas señaló que el estudio de factibilidad no tuvo en cuenta el alto riesgo sísmico del área en que se levantará la central nuclear.
Así mismo, los ambientalistas aseguraron que la sustitución de la proyectada central atómica por una planta termal reduciría 12 veces los costos de producción de energía.
Pese a esas objeciones, el plan para la construcción de la planta nuclear del Territorio Marítimo tiene el apoyo expreso de numerosos alcaldes y autoridades de la región. (FIN/IPS/tra-en/ai/ff/en lb/96