La honradez administrativa y la prioridad que den a la generación de fuentes de trabajo son las cualidades que decidirán el voto de los jóvenes y las jóvenes en las elecciones presidenciales que se realizarán en Nicaragua el 20 de octubre.
Una encuesta realizada por el Centro de Investigaciones de la Comunicación (CINCO) este mes, establece una radiografía del mandatario ideal para la juventud de esta nación centroamericana, cuyo voto será decisivo ya que representan 38,7 por ciento del electorado.
Los jóvenes y las jóvenes consultados expresaron que el próximo presidente deberá ser honrado (64,4 por ciento), cumplidor (25,3 por ciento), capaz (12 por ciento) y progresista (9,8 por ciento).
Con porcentajes menos significativos, opinaronm que les preocupa que sea responsable, sociable, bueno y caritativo.
"Están pesando principalmente los valores éticos-morales. Creo que esto se debe a que los medios de comunicación, ahora, son punta de lanza en la denuncia de la corrupción", expresó a IPS Juan Gutiérrez, un joven y director del Programa Joven de CINCO.
"Además, plantea que debe ser progresista, con el fin de que no atente contra los derechos alcanzados. Por el contrario, los jóvenes queremos que el próximo mandatario potencie las capacidades que le fueron otorgadas constitucionalmente".
Entre éstos, los derechos a organizarse, a votar desde los 16 años, a no ser discriminados laboralmente y a participar como estudiantes en la gestión universitaria.
En relación a sus expectativas, 74,4 por ciento de los jóvenes y las jóvenes encuestadas dijeron que esperan que el futuro presidente genere empleos, 15,7 por ciento que defienda al pueblo, 12,3 por ciento que mejore los salarios y 11 por ciento que ayude a los niños y las niñas de la calle.
Además, desean que defienda la educación gratuita, resuelva el problema de las pandillas, mejore el sistema de salud y acabe con la corrupción.
Estos resultados, a juicio de Eveling Pinto, un joven sociólogo integrante de "Dos Generaciones", una organización no gubernamental que trabaja con el sector juvenil y la infancia, reflejan el mundo privado y social del joven nicaragüense.
Entre las principales preocupaciones "están las expectativas de trabajo, quizás porque los jóvenes y las jóvenes ven que sus padres se van quedando sin empleo", dijo.
"Los estudios son un punto de interés, pero lo es más el trabajo, porque lo necesita para mejorar sus condiciones de vida", añadió Pinto.
De acuerdo a cifras oficiales, más de la mitad de la población adolescente no asiste a la escuela y carece de trabajo. Además, se estima que 80,8 por ciento de los adolescentes tienen altos niveles de pobreza y los que se encuentran en condiciones de indigencia superan el 50 por ciento.
En términos de intención de votos, la encuesta que cubrió a 1.361 jóvenes entre los 16 y 25 años, coloca a la cabeza a los dos favoritos en esta contienda: el liberal Arnoldo Alemán y el sandinista Daniel Ortega.
El primero alcanza 35,8 por ciento de intención de voto entre los jóvenes y el segundo 27,4 por ciento. Una cifra superior a la registrada en febrero de este año, 22,4 por ciento y 19,6 por ciento, respectivamente.
En términos cuantitativos, el voto juvenil tiene un peso importante en las elecciones del 20 de octubre. Incluso, mayor que el de Managua, la plaza electoral más importante del país.
Oficialmente, se estima que la población votante superará los dos millones, de los cuales 850.000 son jóvenes. De éstos, extraoficialmente, se calcula que entre 30 y 40 por ciento serán nuevos votantes.
"El voto juvenil será decisivo en las elecciones próximas. Por ejemplo, podría determinar si habrá segunda vuelta o no", señaló por su parte Gutiérrez.
De acuerdo a las leyes electorales nicaragüenses, si ninguno de los candidatos supera el 45 por ciento de los votos, se deberá realizar una segunda vuelta en la que participarán los dos postulantes más votados.
Los jóvenes representamos un caudal electoral muy grande, y "muchos partidos intentarán aprovecharlo", dijo por su parte Nelson Laguna, Presidente del Consejo de la Juventud Nicaragüense, agrupación que aglutina a 40 organizaciones de diversas tendencias políticas, sociales y religiosas.
"Para los políticos, el voto joven es un campo de trabajo muy importante, porque al final son los que inclinarán la balanza", añadió.
"El voto juvenil insisto en que será decisivo, ya que el adulto se puede abstener de votar, pero el joven no. Hay entusiasmo de ejercer el voto, sobre todo, entre los que lo harán por primera vez", apuntó Laguna.
Para este joven, un líder del sector evangélico, algunos ejercerán el voto por curiosidad, pero la gran mayoría lo hará por el afán de cumplir con una responsabilidad cívica y la oportunidad de cambiar las cosas.
"Los jóvenes se sienten más responsables ahora y quieren incidir en que las autoridades electas sean honestas y representativas", añadió Laguna.
"Es como hacer una revolución social en paz, democráticamente, sin recurrir a la violencia y a las armas, como en la década pasada", concluyó. (FIN/IPS/rf/jc/ip/96