El "padrino" mafioso Giovanni Brusca, dispuesto a colaborar con la justicia italiana, anunció revelaciones que podrían comprometer seriamente la situación procesal del ex jefe de gobierno Giulio Andreotti.
Brusca, jefe de la llamada Cosa Nostra, de Sicilia, y el más importante entre los mafiosos "arrepentidos" que colaboran con la justicia, prestará testimonio sobre las supuestas relaciones del ya procesado Andreotti con el crimen organizado.
El jefe mafioso, detenido el 20 de mayo ultimo, afirmó inicialmente desconocer toda relación del senador vitalicio Andreotti con la mafia y que esa prominente personalidad de la política italiana era víctima de un complot.
Pero el miércoles, y tras un interrogatorio de siete horas, desmintió sus primeras declaraciones y dijo que si bien hubo una conspiración, el objetivo fue deslegitimar la acción de la justicia contra la mafia.
El "padrino" había declarado que en 1991, Luciano Violante, presidente entonces de la comisión parlamentaria contra la mafia, le propuso un plan contra Andreotti.
Andreotti compareció este jueves ante los tribunales para responder a otra acusación, relativa al asesinato en 1979 del periodista Mino Pecorelli.
El senador dijo que no le sorprendía el cambio de posición de Brusca, aunque postergó todo otro comentario hasta conocer las revelaciones anunciadas por el jefe de la Cosa Nostra.
Los fiscales que intervienen en el caso señalaron que Brusca estaba implicado en una conjura para desacreditar la lucha de la magistratura contra el crimen organizado.
Guido Lo Forte, fiscal adjunto de Palermo, capital de Sicilia, afirmó este jueves que Brusca "ha decidido colaborar con la justicia", aunque la veracidad de las declaraciones del jefe mafioso ha sido puesta en duda tras comprobarse la falsedad de su testimonio inicial.
"Sicilia es dificil de entender para todos, a menudo incluso para nosotros, los sicilianos", dijo Lo Forte, en referencia al cambio de actitud de Brusca, a quien interrogó el miércoles, junto a otros seis fiscales.
En cuanto a las revelaciones anunciadas, "espero algo adecuado a la importante de quien durante 20 años fue protagonista de la Cosa Nostra", agregó el fiscal adjunto.
Brusca cambió de abogado al optar por la colaboración con la justicia y su nuevo defensor, Luigi Lo Gotti, aseguró que su cliente "es un colaborador sincero" en la investigación en curso.
Los llamados "arrepentidos", a quienes la justicia concede una serie de garantías y beneficia con reducción de penas e incluso con la libertad, han jugado un papel determinante en la lucha contra la mafia, como antes lo hicieron para terminar con el terrorismo.
Gotti explicó que Brusca, acusado de graves delitos, resolvió ayudar a los investigadores para aclarar su propia situación penal.
"Aclararé que no tengo nada que ver con ciertas cosas monstruosas de las que me acusan", manifestó Brusca a su abogado, después de admitir su responsabilidad en algunos crímenes.
Brusca está acusado de haber estrangulado y disuelto en ácido a un niño de 11 años, a quien mantuvo secuestrado durante dos años para obligar a su padre, un mafioso arrepentido, a retractarse de su confesión ante los jueces. (FIN/IPS/jp/ff/ip/96)