Pese a que el ministro de Economía Jorge Camet asegura que las negociaciones de Perú con el Club de París han sido un éxito, los compromisos de pago de deuda asumidos para los próximos años despiertan intensa inquietud en los expertos independientes.
"Se tendrá que pagar 2.850 millones de dólares en 1996, 1.752 millones el año siguiente y 1.994 millones en 1998, al mismo tiempo que las necesidades internas aumentan y se tornan angustiosas", comentó Hugo Aquino, del mensuario Avance Económico.
"En 1996, por ejemplo, el fisco recaudará unos 8.000 millones de dólares, pero tendrá que destinar al pago de deuda 35 por ciento de esa cantidad", añadió.
"A pesar de que entre 1996 y 1998 nuestra balanza de bienes y servicios tendrá un déficit previsible de 6.800 millones de dólares, nuestras obligaciones de pago en ese período ascienden a 6.596 millones de dólares", expresó Aquino.
El experto concluyó que, como los ingresos crediticios probables en la etapa son del orden de 3.700 millones de dólares, el saldo negativo a financiar será sumamente abultado: unos 9.666 millones de dólares, que difícilmente se podrán cubrir con el ingreso de dinero fresco de nuevas inversiones extranjeras.
Perú debe 32.445 millones de dolares a sus acreedores extranjeros, suma que se aproxima al proucto bruto interno anual (34.000 millones de dólares en 1995) de un país que tendrá este año un déficit en su balanza comercial de 1.900 millones de dólares.
La deuda conjunta incluye a los países del Club de París, la banca privada internacional y distintos proveedores, y se calcula que pese a los arreglos, esa suma crece en más de 2.000 millones de dólares al año por los intereses.
Durante algunos años, el gobierno del presidente Alberto Fujimori se movió dentro del espejismo de una deuda calculada sin tomar en cuenta los intereses, pero en junio pasado el Banco Central de Reserva despertó a la realidad a la opinión pública cuando difundió las cifras.
Perú se percató entonces que en los seis años de gobierno de Fujimori, a pesar de haber pagado 6.550 millones de dólares de deuda externa, ésta había crecido en 13.215 millones en relación con la ficticia suma adeudada en 1990, en la que tampoco se adicionaban los intereses devengados.
Fujimori culpa de la situación a su antecesor, el socialdemócrata Alan García, quién en 1985 proclamó unilateralmente una moratoria de la deuda externa que colocó al pais en el ostracismo financiero y precipitó una hiperinflación de siete mil por ciento al año.
Fujimori revirtió la inflación, que es ahora del 10 por ciento anual, y elevó las reservas de divisas de menos de cero a 8.115 millones de dólares, pero el exito económico y fiscal de su gestión endureció a los acreedores, que ya no dan a Perú trato de pais en extrema pobreza.
Las condonaciones obtenidas esta vez fueron mínimas, surgieron algunas propuestas de canje de deuda por inversión ecológica, con contrapartida nacional, y la recompra de los papeles de la deuda a la banca privada se encareció porque su valor subió de 8 por ciento a más del 60 por ciento.
= 08161703 NYC325JAALIM PERU: Otra vez las horcas caudinas de la deuda externa(2-E)
"En 1991, en las primeras conversaciones con el Club de Paris se consiguieron condiciones más ventajosas. Podría decirse que es el castigo por el exito", comenta el ex parlamentario Manuel Benza
"Los compromisos de la deuda externa harán dificil alcanzar el superavit fiscal de 1 y 2 por ciento del PBI demandado por el Banco Mundial y bloquearán las metas de crecimiento de la producción", añade.
El economista, Jorge Howes, de la Universidad San Martin de Porres, estima que las compras de dólares en el mercado local que debera hacer el Banco Central para cumplir con la deuda externa dispararan un alza de la divisa norteamericana, lo que a su vez despertará una rápida inflación.
"El proximo año, el Estado peruano deberá adquirir en el mercado interno alrededor de 1.300 millones de dólares para destinarlos al pago de la deuda externa", dice Howes.
El investigador económico de la Universidad de Lima Juan José Marthans discrepa con Howes, y comparte el optimismo del ministro Camet, al considerar que las nuevas inversiones y el mejor rendimiento tributario compensarán las mayores necesidades de divisas para pagar deuda.
Según el esquema del ministro Cde Economía, la minería deberá captar rápidas y significativas inversiones, que inyectarán un estimulante torrente de dinero en la economía nacional.
Para Francisco Urrunaga, ex director del Banco Minero del Perú, juzga que las expectativas de Canet son exageradas.
"Es cierto que la nueva reglamentación es promocional y la estabilidad económica y política atrae inversores, pero no creo que vengan con la celeridad y volumen que espera Camet, por lo menos no en el campo minero, en donde los proyectos se estudian y maduran en algunos años", opinó. (FIN/IPS/al/dg/if/96
