PARAGUAY: Figura de Oviedo se opaca en medio de actos circenses

La hasta hace pocos meses poderosa figura del general Lino Oviedo va esfumándose paulatinamente, en una oscura reclusión en la cárcel militar de Itauguá, a 30 kilómetros de la capital de Paraguay.

Las "huestes oviedistas" han quedado reducidas a una cofradía de polémicos abogados defensores y minoritarios y pintorescos grupos de adherentes que generan a diario escándalos e incidentes circenses frente al Congreso Nacional.

El fin de semana pasado causaron la hilaridad de la ciudadanía paseando a un león alquilado del Circo del Profesor Girafales, el personaje de la serie mexicana "El Chavo del ocho". A quienes quisieran escucharlos decían pomposamente que el animal era la encarnación del general Oviedo.

Tras amenazar a la institucionalidad democrática el 23 de abril último, al sublevarse contra el presidente Juan Carlos Wasmosy, Oviedo sigue convencido de tener una misión divina y no pierde ocasión para lanzar mensajes de redención a la población, como el enviado por el Día de la Amistad, el 30 de julio.

La incidencia en la vida política del ex hombre fuerte de Paraguay, actualmente se limita a unos cuantos incondicionales que arrean diariamente a campesinos para mantenerlos en vigilia frente a la sede del parlamento.

Uno de ellos declaró incautamente que la promesa de los oviedistas consiste en "hacer un lindo paseo por Asunción".

También su esposa, Raquel Marín, saltó a la palestra tras su reclusión, cuando anunció que "como una leona herida" lideradería en adelante UNACE, la fracción del gobernante Partido Colorado creada por el ex jefe militar.

Y, emulando a Eva Perón, aseguró que lucharía hasta el último aliento por las reivindicaciones populares.

Los partidarios del ex jefe militar intentaron tomar el centro de la ciudad esta semana, generando hechos de violencia que obligaron a intervenir a la policía antimotines.

Al opacamiento de la figura política de Oviedo se suma ahora su complicada situación judicial.

El juez de la causa, Alcides Corbeta, calificó como un posible intento de rebelión la actitud del ex comandante del Ejército durante los sucesos de abril y posteriormente rechazó un pedido de excarcelación.

Ante la posibilidad de recibir una pena de siete a 15 años de prisión, sus abogados echaron a rodar una serie de argucias jurídicas, consiguiendo apartar sucesivamente del caso a tres jueces, e incluso amenazaron con ajusticiar a Corbeta en una publicación de UNACE.

Hoy por hoy, Oviedo espera su condena en la cárcel militar de Itauguá, desde donde, teléfono celular en mano, acicatea a sus contados seguidores, que periódicamente agreden a medios de prensa acusándolos de no difundir suficientemente sus actividades. (FIN/IPS/ct/ag/ip/96

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