Pakistán gastó casi 290 millones de dólares por año durante las últimas dos décadas en programas de control de la población, pero su crecimiento demográfico continúa siendo de los más altos del mundo.
Cada siete segundos nace un bebé en Pakistán, y los demógrafos calculan que la población del país podría alcanzar 150 millones en el 2000, mientras el número actual de habitantes es de 130 millones.
"Estaríamos mejor si nuestra población no superara los 140 millones en el 2000 y los 170 millones en el 2020, ya que podríamos superar la pobreza y alcanzar nuestras metas", dijo la primera ministra, Benazir Bhutto.
El índice de natalidad, que llegó a alcanzar 3,1 por ciento, se sitúa ahora en 2,9 por ciento, aunque el gobierno afirma que se está reduciendo a 2,6 debido a sus esfuerzos de los últimos tres años.
Pero las agencias donantes y las organizaciones internacionales no comparten el optimismo de Bhutto, y cuestionan la veracidad de su gobierno diciendo que los programas aún adolecen de fallas financieras y funcionales.
El objetivo del programa de planificación familiar "se ha perdido en una plétora de iniciativas que han llevado a la confusión entre los niveles medio y alto, los cuales deben diseñar técnicas de comunicación efectiva para llegar a los clientes", dijo un donante internacional.
Estas críticas desagradan a las autoridades, quienes insisten en su derecho a crear sus propias estragegias para difundir el mensaje de la planificación familiar. "No queremos ideas importadas", dijo un funcionario.
Según estas, Pakistán se encuentra en la segunda etapa de la planificación familiar, ya que mediante la radio, la televisión y la prensa, el mensaje sobre "pequeñas familias" alcanzó cada villa del país, y ahora sólo se necesitan servicios de extensión.
Pero las agencias internacionales señalan que el analfabetismo aún es un problema grave, y al menos 53 por ciento de la población masculina y 79 por ciento de la femenina no lee ni escribe.
El índice de prevalencia de anticonceptivos, una buena forma de medir el éxito de la planifiación familiar, aún se ubica en un bajo nueve por ciento.
Pakistán está muy por detrás de sus vecinos en la región. Mientras Bangladesh, con un índice de 39 por ciento lidera el sur de Asia, India tiene una tasa de 36 por ciento y Nepal de 22. Sri Lanka, que antes del estallido de la guerra étnica en 1983 era un modelo de desarrollo, ha alcanzado 44 por ciento.
Varios informes confirman que la gestión de los recursos del programa ha sido defectuosa. La red de Centros de Bienestar Familiar, por ejemplo, está muy mal administrada, con un costo muy superior a las estimaciones proyectadas.
En lugar de poner en práctica programas para promover el uso de contraceptivos, el Ministerio de Bienestar Demográfico apostó a una reducción de la mortalidad maternoinfantil como resultado de los servicios de los Centros, cuyos consejos convencerían a la población de las ventajas de reducir el número de hijos.
El ministro de Bienestar Demográfico, J. Salik, reconoció que las políticas del gobierno no han logrado modificar la situación.
"El gobierno tendrá que poner todo de sí para detener una nueva explosión del crecimiento de la población. Pero esto no exime a la gente de su responsabilidad -la planificación familiar", dijo el ministro.
La demora en la decisión sobre quién es responsable en última instancia ha demostrado ser costosa.
Si Pakistán fuera menos poblado, podría haber sido un país exportador de trigo, con un índice de alfabetismo de 100 por ciento y el ingreso por habitante más alto del sur de Asia, dijo Bhutto en Islamabad. (FIN/IPS/am/an/lp/pr/96