La campaña electoral se reanudó hoy en su plenitud en Nicaragua, tras la decisión del Parlamento de rechazar una propuesta para postergar los comicios, como parte de una propuesta de reforma electoral.
La iniciativa, que tuvo desde el comienzo la oposición de los dos sectores con mayores posibilidades de triunfo, el sandinismo y los liberales, pretendía desplazar la consulta electoral de su fecha prevista, 20 de octubre, al 10 de noviembre.
La decisión de la directiva del legislativo nicaragüense rechazó este lunes de plano la propuesta de reforma de la ley electoral, que el secretario del parlamento, el liberal Jaime Bonilla, consideró inadmisible.
La propuesta reformista, presentada por 31 legisladores, tuvo la virtud de unir a varios de los contendientes en la ya iniciada campaña electoral.
"Es un Frankestein que han inventado algunos diputados", dijo a IPS el diputado Moisés Hassan, candidato presidencial del Movimiento de Acción Revolucionaria (MAR), al manifestar su tajante oposición al proyecto.
"Es un absurdo político y jurídico, porque viola algunos preceptos constitucionales", afirmó por su parte el jefe de bancada del Frente Sandinista en el parlamento, Nathán Sevilla.
Para el candidato liberal, Arnoldo Alemán, que encabeza las encuestas de opinión, postergar la fecha de las elecciones habría sido "desastroso para el país, para la democracia en Nicaragua".
En términos similares se pronunció Daniel Ortega, candidato del Frente Sandinista.
En la oposición a la reforma se unieron también el cardenal Miguel Obando, la personalidad más influyente del país, la presidenta del Poder Electoral, Rosa Marina Zelaya, y Oscar Santamaría, jefe de la Misión de Observación de la Organización de Estados Americanos (OEA).
La reforma pretendía modificar seis artículos referidos a la fecha de los comicios, las garantías para tener financiamiento estatal y la integración de los Consejos Electorales Departamentales.
También establecía la posibilidad de que el candidato que quede en tercer lugar participe en la segunda vuelta si el segundo renuncia o fallece.
La iniciativa de ley habría tenido tambén como pretensión resucitar a la Unión Demócrata Cristiana (UDC), la fuerza política que ejerce el control del Poder Legislativo desde hace tres legislaturas.
La UDC quedó fuera del juego electoral semanas atrás, cuando el Consejo Electoral -actuando de oficio- disolvió la alianza que ésta había conformado con otras fuerzas políticas.
Para esa organización es fundamental acudir a los comicios, ya que si no participa, pierde la personería jurídica y por ende queda fuera del escenario político. (FIN/IPS/rf/jc/ip/96